sábado, agosto 26, 2006

PAUL AUSTER: Tombuctú

Nos encontramos ante una fábula original y divertida, de uno de mis autores favoritos, aunque debo admitir que lo descubrí hace poco tiempo. Ahora me declaro una "austeriana" convencida, pues la prosa de este escritor ha conseguido atraparme desde la primera vez que le leí.Tombuctú no está a la altura de otras obras de Auster, de eso no cabe duda. Sin embargo no por ello deja de ser una pequeña joyita para los sentidos. El protagonista es un perro, Mr. Bones, cuyo dueño es un personaje extravagante y trotamundos llamado Willy Christmas. El libro nos narra las peripecias del perro desde que entró en contacto con Willy, cuando aún era un cachorro, pasando por su búsqueda de una nueva familia tras la muerte de este. El final, sorprendente y agridulce a la vez, nos lleva a un mundo mágico donde los perros también sienten pasiones humanas como el ansia de libertad y la añoranza de una juventud que se fue. Como es habitual en la obra de Auster, sus personajes guardan semejanzas con personas reales que el autor conoció a lo largo de su vida. El protagonista humano, Willy, está inspirado sin duda en un extraño personaje que Auster llegó incluso a albergar en su casa durante sus años de universidad, un tal "Doc". Si queréis saber más sobre él no tenéis más que sumergiros en la espléndida autobiografía de Auster, A salto de mata. Observaréis que las coincidencias entre ambos caracteres son más que evidentes.Por el libro desfilan otros personajes igualmente atractivos, aunque quizás son más planos que los tipos humanos a los que el autor nos tiene acostumbrados en el resto de sus obras. Es el caso de Polly, una bella ama de casa que renunció a todos sus sueños al casarse y tener hijos, y que ahora se ahoga en un matrimonio en el que no es feliz; o el niño Henry, que ni siquiera puede contar con el apoyo de sus padres, y que encontrará en Mr. Bones el único amigo al que puede contarle todo lo que siente.
Como dijo de este libro una de las críticas de The Washington Post, "no hace falta que a uno le gusten los perros para sucumbir al encanto de esta hermosísima, luminosa fábula." Vuelvo a insistir en que no es de lo mejor que ha escrito Auster, pero ello no le resta encanto en absoluto. Las peripecias de Willy Christmas, antes y después de conocer a Mr. Bones, y del propio Mr. Bones, cuando tiene que buscarse la vida por sí mismo, son un ejemplo de buena narrativa, capaz de atraparnos desde el principio hasta el final. Y acompañar a este perro en sus aventuras, hacernos partícipes de lo que siente y padece, es algo que se disfruta y se vive a la vez. La portada de la edición española en Anagrama es además uno de mis cuadros preferidos, pero también de los más angustiosos que he visto nunca: El perro semihundido de Goya. Sin duda alguna, esa sensación de soledad y desamparo es algo que muchos de nosotros hemos experimentado a lo largo de nuestra vida. Como el mismísimo Mr. Bones siente en un momento determinado, "estaba solo y, le gustara o no, debía seguir adelante, aunque no tuviera a dónde ir." Muy hermoso el título que Auster escogió para su novela. Tombuctú es un lugar mágico, y no sólo para los humanos, también para Mr. Bones.

6 comentarios:

Portobello dijo...

Yo también soy una loca austeriana. Suena muy original la obra, y de Doc ya he leído, precisamente en esa biografia que dices, sobre la que hice una reseña. Yo que soy amante de los perros, estoy segura que me llegará hasta el tuétano esta obra, tal vez menor.

Anónimo dijo...

Suerte en tu andadura, se agradecen nuevos blogs que sirvan de brújula en el mapa de la literatura.

Anónimo dijo...

Leí un par de libros de Paul Auster. Hasta ahora el que más me gustó fué La noche del oráculo, ya tengo empezado el últim que llegó a Argentina Brooklyn Follies. Considero su literatura como de fácil lectura y llevaderas...por ahora seguiré leyéndolo. La lectura es uno de los placeres más gratos de esta vida.

Anónimo dijo...

Auster es un muy buen novelista, pero al cabo de unos cuantos libros suyos sale uno convencido de que es mejor narrador que escritor: vamos, que sus historias seducen, pero en el fondo cuentan muy poca cosa. Aun con todo, "El libro de las ilusiones" o "La noche del oráculo" son novelas muy recomendables.

Elena dijo...

Solodelibros, coincido con tu afirmación de que Auster es mejor narrador que escritor, pero pienso que sus libros son de los que apetece leer en determinadas ocasiones, quizás simplemente para disfrutar de una buena historia sin mayores complicaciones estilísticas. Confieso que sólo he leído tres de sus libros. El próximo que tengo pendiente es "Brooklyn Follies". "La noche del oráculo" me gustó bastante, aunque es cierto que cuando terminé de leerlo no sabía exactamente qué había pretendido contar Auster con esa historia. Mariana, totalmente de acuerdo contigo. Yo no concibo mi vida sin libros. Un saludo

Maya dijo...

Auster sigue siendo para mi una materia desconocida: AUn no se por que libro comenzar por el, recientemente he comprado "Trilogía de Nueva York" y "El palacio de la luna". Ya comentaré que me ha parecido... ¡Saludos!