jueves, octubre 02, 2008

PAUL AUSTER: Viajes por el Scriptorium

Este libro me ha dejado un sabor de boca agridulce. Aunque se reconoce el estilo de Auster en muchos aspectos del mismo, no es el tipo de historia a la que nos tiene acostumbrados. Confieso que, a medida que avanzaba en su lectura, echaba de menos ese Auster optimista que nos habla de personajes que, si bien comienzan siendo perdedores, acaban encontrando un resquicio de luz y un lugar en un mundo que en un momento dado les había cerrado sus puertas. Por el contrario, Viajes por el scriptorium es un libro más bien pesimista, claustrofóbico, en el que pueden hallarse muchas claves del universo austeriano, y en que el lector avezado de este autor encontrará un elenco que no le costará reconocer, compuesto por los personajes creados por Auster a lo largo de su trayectoria literaria.

Debo advertiros que es difícil comentar este libro sin "destripar" en cierto modo su final aunque éste puede ser más o menos previsible cuando aún faltan bastantes páginas para concluirlo.

Míster Blank, el protagonista de la historia, está encerrado en una habitación sin recordar absolutamente nada. Los objetos que le rodean tienen una serie de carteles donde se indica la denominación de los mismos. Lleva puesto un pijama y su percepción de la realidad se halla francamente mermada, pues piensa y actúa a cámara lenta, sin ser capaz de tomar decisiones ni de ejecutar movimientos de una manera ordenada. Sobre un escritorio, una pila de fotografías y documentos son su única llave hacia un pasado que siente pesado sobre sus hombros. Porque, a pesar de que sospecha que se está cometiendo una tremenda injusticia con él, no puede apartar de su persona un enorme sentimiento de culpa.

Míster Blank va a recibir de forma sucesiva la visita de una serie de personajes cuyos nombres nos resultan conocidos, pues han desfilado con anterioridad por otras obras del autor. No es difícil deducir que el propio Míster Blank es una trasposición del Auster escritor, en un estado algo deplorable y con los achaques propios de la edad anciana. Incluso los momentos "sexuales" que aparecen en la novela son en cierto modo patéticos, y nos muestran a alguien vencido por la edad y por las circunstancias, acosado por recuerdos que están ahí pero que él no es capaz de recomponer dentro de su cabeza.

Auster vuelve a jugar con la fantasía y la realidad al crear una trama que consigue atrapar al lector enfrentando al creador con sus criaturas, que han tomado las riendas de la acción para jugar con Míster Auster-Blank al juego del equívoco y el desconcierto. Como es habitual en él, el autor introduce una historia secundaria dentro de la historia principal que complica aún más el que parece ser un intrincado misterio, pero que al final resulta no serlo tanto.

Esta es la novela más extraña que he podido leer de Auster y, aunque no puedo decir que no me haya gustado, tampoco me ha entusiasmado en exceso. El personaje de Míster Blank es demasiado extraño, no resulta creíble, aunque no creo que en esta novela eso suponga un problema. Es una caricatura de sí mismo, y su comportamiento errático que en ocasiones podríamos tildar de obsceno, no me han convencido en absoluto. No sé muy bien qué es lo que Auster buscaba con este libro, pero a pesar de que ha conseguido una obra en parte bien resuelta y original, es a la vez tan extraña que durante su lectura es difícil sentir el regusto que nos brindan otras obras del autor. Aunque para gustos no hay nada escrito, yo me quedo con el Auster enamorado de Brooklyn y de la Trilogía de Nueva York, que tan buenos ratos me ha proporcionado en numerosas ocasiones. Esperemos que esta vena surrealista no le aparte de ese universo tan fascinante que sólo él es capaz de tejer.

Más reseñas de obras de Paul Auster:
- Leviatán
- Tombuctú
- La trilogía de Nueva York
- Brooklyn Follies

16 comentarios:

Joaquín dijo...

Vaya...por tu comentario no lo leería...pero es Auster, así que en algún momento tendrá que caer...

Soy ficción dijo...

Comprendo tu reflexión, a mi tambien me sorprendio, pero me gusta que Auster se salga un poco de su senda habitual, y nos muestre qué fantasmas le acompañan en sus días negros.

Tiene algo extraño, pero creo q de vez en cuando no está mal hacer un alto, mirar atras y regodearse en los recuerdos.

Joselu dijo...

No he leído éste, pero sí que acabo de leer Un hombre en la oscuridad, el más reciente de él. Me ha dejado con cierta insatisfacción. Es una novela en que se mezclan dos ficciones que tienen como eje a August Brill un escritor que se repone de un accidente de coche y se dedica a inventar historias. Una es una fábula política que me resultó increíble sobre una guerra civil en los Estados Unidos, y otra es la novela de la familia del escritor. No ha logrado cautivarme como sí lo hizo la Trilogía de Nueva York. Es el universo austeriano, sin duda, pero que no me ha llegado como yo esperaba.

Carlos Frontera dijo...

Pues yo es un autor al que tengo atravesado. Me lo habían recomendado y cometí el error (según mi criterio) de empezar por Brooklyn Follies. Fui incapaz de pasar de la página 40 y no he vuelto a probar con Auster.
Y me dicen que su trilogía de Nueva York merece la pena, pero supongo que dejará pasar un tiempo antes de aventurarme.
Saludos.

Gonzalo Muro dijo...

Reconozco que me decepcionó algo este libro que, como todos los que se publican de este autor, iba avalado como "lo mejor de Auster" en una promesa de eterna maestría.

Más parece un ejercicio de recrearse en su estilo y sus fantasmas que un empeño de aportar alguna novedad a su obra. En fin, que pese a gustarme Auster, esta decepción me ha llevado a que su último libro no vaya a estar entre mis prioridades de lectura, al menos de momento.

Un saludo.

El Doctor dijo...

Paul Auster confesó recientemente en una entrevista que sus mejores obras ya las había escrito,y razón no le falta.La Trilogía de Nueva York,El país de las últimas cosas,Leviatán,El palacio de la luna,La música del azar y El libro de las ilusiones son para mí sus mejores obras.La confesión del autor es un tanto decepcionante,porque todavía le queda mucho por escribir,es decir,que ya no volverá a escribir buenas novelas,sino meras sombras de lo que Auster escribió.

Besos y un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Viajero solitario, yo empecé por Leviatán, una novela corta que trata sobre escritores y terrorismo. Te la recomiendo.

Unknown dijo...

a mí me pareció terriblemente auster, aunque a menor nivel que la mayoría de sus novelas. estoy deseando leer el nuevo!

Raúl dijo...

Es un tipo del que dicen que o lo amas o lo detestas. Yo no sería tan categórico. Algunas de sus obras me parecen finas estructuras que aportan más frescura que otra cosa. Así, El país de las últimas cosas, o las obras que componen la "Trilogía..." (en esta última a excepción hecha de Fantasmas, que jamás consiguió arrebatarme) me aprecen obras maravillosas.

Elena Casero dijo...

Me sorprendió, pero no deja de ser Auster. Y creo que me gusta casi todo.

Un beso

Fede dijo...

A veces los muy admiradores de un autor nos sentimos acobardardos al criticar sus obras más débiles. Pero salvo que nos demuestre lo contrario creo que Paul Auster ya ha dado lo mejor de sí mismo, y ahora nos sirve "entretenimientos" aprovechando su peculiar estilo, sus recurrentes temas, su miedo a la vejez, y sobre todo el ser un escritro consagrado.

Soledad dijo...

Lo tengo en lista de espera, aunque es probable que luego de esta crítica lo baje un poco y ponga otros antes. No he leído todo de él, pero lo que más me gustó es Brooklin Follies.
Saludos,

Javier Puche dijo...

Estupenda reseña, como siempre. ¿Has leído la que hace Miguel Ángel Muñoz en "El síndrome Chéjov"? Es bastante menos indulgente que tú con el último libro de Auster. Yo creo que no lo leeré, visto lo visto. Pero me encantaron "La música del azar" y "Leviatán" y "El palacio de la luna".

Javier Puche dijo...

Estupenda reseña, como siempre. ¿Has leído la que hace Miguel Ángel Muñoz en "El síndrome Chéjov"? Es bastante menos indulgente que tú con el último libro de Auster. Yo creo que no lo leeré, visto lo visto. Pero me encantaron "La música del azar" y "Leviatán" y "El palacio de la luna".

Anónimo dijo...

Elena! jeje, no sé si te acordarás de mi, soy jose miguel bejarano, un antiguo alumno tuyo de 1º (o de 2º?) de bachiller, que siempre nos estabas riñendo a alex y a mi porque no nos callabamos.
puff hace años ya que no te veo, haber si un dia que vaya por almonte me paso por el insti a hacer una visitilla jej :)

e llegado a tu blog a traves del blog de manuel ferrari, que casualidad, bueno yo tambien tengo un blog jeje, date una vuelta por alli o algo www.josemb.com.

un saludo!! y recuerdos!!

Portobello dijo...

Precisamente por su extrañeza me gustó mucho. Me encandiló porque es hermética, misteriosa, y porque es la más metaliteraria que tiene.