sábado, noviembre 25, 2006

MARY McCARTHY: El grupo

Al fin tengo un huequito para hacer la reseña de este libro, que es mi primera aproximación a una autora que desconocía totalmente. Mary McCarthy es una de esas escritoras que llegó a ser bastante conocidas en su momento, para más tarde caer en una especie de semiolvido del que en mi opinión merece salir, tanto por sus dotes literarias como por su capacidad de retratar la sociedad norteamericana de entreguerras de una forma veraz no exenta de crítica y de ironía. Aunque ella siempre negó ser feminista, no cabe duda de que sus libros están escritos desde el punto de vista de una mujer, y esa realidad impregna su manera de narrarnos y describirnos hechos y personajes.
En El grupo, McCarthy realiza un recorrido por las vidas de ocho mujeres, amigas desde la Universidad, que ven cómo sus vidas soñadas y planeadas cuando eran estudiantes se van encaminando hacia otros derroteros bien distintos. La novela presenta además numerosas notas autobiográficas (la propia McCarthy estudió en la misma Universidad de las protagonistas). Así nos encontramos con fracasos y éxitos, sueños rotos e ilusiones cumplidas, pero en casi todos los casos subyace un fondo de desilusión y de engaño, como si el hecho de ser mujeres más o menos cultas y preparadas no fuera suficiente para alcanzar una existencia plena y llena de sentido. Es pues una historia de personas reales, de carne y hueso, en la cual cada lector podrá encontrar algunos reflejos que le recuerden a algún caso conocido o incluso a algún capítulo de su propia vida.
La historia comienza con la boda de una de las amigas, Kay, donde todo el grupo se reúne para festejarlo, y finaliza con otro episodio relacionado con la misma persona, cuando el grupo vuelve a coincidir después de una serie de años. El muestrario de personajes es muy amplio, tanto que a veces es fácil perderse en los detalles de las vidas de cada uno de ellos. De este modo nos encontramos con todo tipo de caracteres, que retratan muchos de los problemas y prejuicios de la sociedad norteamericana de los años 30: el maltrato físico y psicológico (desgraciadamente sigue siendo muy de actualidad en nuestros días), el divorcio, el adulterio, la misoginia, la locura mental y el psicoanálisis (muy de boga por entonces), la homosexualidad, la importancia que se le daba a la virginidad femenina a la vez que las mujeres comenzaban una verdadera liberación sexual con el uso de métodos anticonceptivos, etc. En mi opinión, al menos dos capítulos merecen el calificativo de geniales: el de Dottie y su aventura con un artista, donde se analizan los prejuicios y la doble moral norteamericana en relación al sexo; y el de las tribulaciones de Priss, donde la escritora critica con ironía las teorías de algunos pediatras (el marido de Priss es uno de ellos) sobre el cuidado de los bebés, que defendían una especie de plan espartano un tanto cruel a la hora de criar un niño.
Priss y Dottie son sólo dos de los curiosos personajes que podemos hallar en este libro. Pero hay muchos más. Creo que, aunque el hilo argumental es un tanto confuso y a veces puede hacer algo monótona la lectura de la obra, merece la pena el esfuerzo de leerla. Quizás descubráis, como yo, que aunque hayan pasado más de setenta años, muchos de los tabúes y prejuicios que allí aparecen criticados siguen enquistados en la sociedad actual no sólo en Estados Unidos, sino también en nuestro país. Y que es cierto que en muchas ocasiones los sueños e ilusiones que teníamos en nuestra juventud se van desvaneciendo cuando la vida nos arrastra -o nosotros nos adentramos por decisión propia- por caminos muy diferentes a los que imaginábamos. Una buena formación nos da muchas posibilidades de elegir y ser felices en un futuro, pero desgraciadamente nadie nos enseña a amar y a controlar nuestras emociones. Eso debemos aprenderlo por nosotros mismos.

viernes, noviembre 10, 2006

Una pausa entre exámenes


No me gusta estar tan absorta en mi trabajo como para no poder perderme entre las páginas de un libro. Reuniones, exámenes y preparación de clases devoran todo mi tiempo. Las reseñas se convierten en una utopía, en algo a postergar un día tras otro. Empecé hace semanas un libro de Mary Mac Carthy, El grupo, y ahí sigo, página a página cuando puedo, tan agotada cuando me pongo a leer que casi no consigo avanzar. Prometo reseña cuando lo termine, porque esta escritora merece un huequito en nuestra biblioteca, os lo aseguro.
Seguiré robando minutos al reloj. Al menos casi he terminado la mudanza de mi página.
Gracias a todos por darme la bienvenida a blogger. Seguiremos en contacto.