miércoles, diciembre 06, 2006

PAUL AUSTER: Brooklyn Follies

Vuelvo como un imán a uno de mis autores preferidos. Tenía ganas de leer este libro, cuya lectura me ha tenido más o menos absorta durante un par de días de forzada convalecencia. Y tengo que decir que, como suele ocurrir con Auster, me ha gustado en general, aunque debo confesar que algunos aspectos del libro chirrían un poco y no me acaban de encajar.
La historia está ambientada en Brooklyn, un barrio que tuve la fortuna de conocer este verano en un viaje fascinante que hice a Nueva York. Por ello, a medida que el protagonista recorre calles y lugares del mismo, volví a sentirme transportada allí, viendo cada rincón y cada calle dentro de mi cabeza. Ya desde antes de conocer personalmente Brooklyn me atraían mucho las novelas o las películas que tenían como marco este singular barrio. Supongo que en otra vida me habría encantado vivir allí (y de paso dedicarme a escribir, o ser artista, es lo que "pega" en un sitio así, ¿no?).
En estas "locuras de Brooklyn" Auster vuelve a jugar con personajes que, si bien parecen haber perdido el rumbo en un momento de sus vidas, ahora se encuentran y estrechan entre sí unos lazos de amistad tan fuertes que el tiempo los hará indestructibles. Es lo que sucede con el protagonista, Nathan, un jubilado que vuelve al barrio de su infancia, donde se reencuentra con su sobrino Tom, que se ha convertido en uno de esos jóvenes grises sin ilusión que tanto parecen abundar en las grandes ciudades. Ambos se ayudarán mutuamente y descubrirán que la vida aún les guarda muchas sorpresas, incluso el sueño de retirarse a vivir a un paraje encantador en un hotel imaginario que a punto está de convertirse en realidad en uno de los capítulos. Otros personajes curiosos típicos del estilo austeriano deambulan por esta novela, que no es más que un canto a las cosas bellas y a los aspectos felices de la vida.
Y en ello está quizás su principal defecto: lo bien que acaban la mayoría de las historias que se entrelazan en el libro. Salvo contadas excepciones, todos acaban encontrando la felicidad y la estabilidad emocional solos o junto a otra persona. Amor, embarazos y niños configuran un conjunto algo molesto por su ñoñería extrema en algunos casos. No obstante, ello no es óbice para disfrutar de una novela que seguro deleitará a todos los "adictos" a este autor neoyorquino. Yo disfruté leyendo el libro, para qué os voy a engañar...
Os dejo algunos extractos que me llamaron especialmente la atención:
"Las relaciones sexuales entre gente mayor pueden pasar por situaciones molestas o de cómica indolencia, pero también poseen una ternura que suele escapársele a los jóvenes. Pueden tenerse los pechos caídos, o la picha pendulona, pero la piel sigue siendo piel, y cuando alguien que te gusta te acaricia, te abraza o te besa en la boca, te sigues derritiendo de la misma manera que cuando creías que ibas a vivir eternamente."
Y al respecto de una idea entrañable que le viene a la cabeza en un momento dado a Nathan:
"Mi idea era la siguiente: crear una empresa que publicara libros sobre los olvidados, rescatar historias, hechos y documentos antes de que desaparecieran para luego darles forma y construir una narración continua, el relato de una vida. Las biografías se publicarían por encargo de los amigos y parientes del sujeto, en ediciones particulares de pequeña tirada (...) Querrían devolver a la vida al ser querido, y yo haría todo lo humanamente posible para satisfacer su deseo. Resucitaría a esa persona con palabras, y una vez impresa las páginas y encuadernada la historia entre las cubiertas, tendrían algo a lo que aferrarse durante el resto de su vida. Y además ese algo viviría después de su muerte, nos sobreviviría a todos. Nunca debe subestimarse el poder de los libros."
Para terminar, aquí tenéis unas palabras del mismo Auster sobre el sentido que quería darle a su novela: "Escribir una comedia ayuda a poner las cosas en perspectiva. El mundo ha ido de tragedia en tragedia, de horror en horror, pero los seres humanos seguimos existiendo, enamorándonos y hallando alegría en la vida. Me pareció que éste era un momento para recordarlo."
Coincido con él. La vida sigue, pase lo que pase. En nuestras manos está el vivirla más o menos felices.

Más reseñas de obras de Paul Auster:
- Leviatán
- Tombuctú
- Viajes por el scriptorium
- La trilogía de Nueva York

8 comentarios:

pazzos dijo...

De Brooklyn Follies lo que más me gustó con diferencia fue el relato sobre la muñeca de Kafka. No hace mucho que estuvieron por estas tierras Auster y Almodóvar. El manchego durante el coloquio sacó a relucir precisamente esta historia de la muñeca.

También a veces me resulta un poco dulzón el optimismo de este libro. Es como las pelis de Capra "Que bello es vivir" por ejemplo. Según tengas el día te reconfortan o te irritan.

El detective amaestrado dijo...

A mí me dejó un muy agradable sabor de boca. El problema de Auster es él mismo, todos leen sus libros intentando encontrar frases magistrales en todas partes, historias perfectamente narradas, y no es así. Los genios también tienen obras que no son maestras.

Portobello dijo...

Auster es un encantador de lectores. Maravillos y siempre ideando cosas que resultan entrañables, como lo expuesto de los libros autobiográficos en la voz de Nathan.

Miguel Sanfeliu dijo...

Auster. El placer de contar. El placer de leer.
Muy bueno tu texto.
Un saludo.

ángel dijo...

Paso a saludar, y a agradecerte el vínculo que has puesto a mi espacio (acabo de verlo) en el que, no está de más reiterarlo, serás siempre bienvenida.

Saludos...

Anónimo dijo...

perdida entre libros, que interesante tu blog, asi como lo es Auster, y tantos, me he reido mirando los 20 libros que me esperan, mas los que estoy leyendo, siempre de a varios, es que como tu, soy geminiano y tigre...
te dejo mis saludos americanos

Elena dijo...

Pazzos, me encantó la historia de la muñeca. No sé si es una historia real o no, pero me llegó al alma cuando la leí.

Detective, a mí también me ha dejado un buen sabor de boca. A pesar de ese toque algo "ñoño", la novela es una delicia.

Zuriñe, muy acertado tu comentario. Sí que consigue encantar a los lectores. Puede que por eso tenga tantos detractores, porque no pueden o no saben dejarse encantar por sus palabras...

Gracias por pasarte por aquí, Miguel. Tus palabras siempre me llenan de ánimo.

Ángel, llevaba mucho tiempo sin saber de ti. Gracias por ese saludo. Ya sabes que no me pierdo ni una de tus selecciones mensuales de poemas.

Patricio, acabo de entrar en tu blog y lo he encontrado fascinante. Te he dejado un saludito por allí. Gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

El libro es muy bueno y sí, Paul Puster tiene frases e historias célebres, para mí, este párrafo dice mucho, allá por el final:

"Don't go there, Joyce. Try to roll with the punches. Keep your chin up. Don't take any wooden nickles. Vote Democrat in every election. Ride your bike in the park. Dream about my perfect, golden body. Take your vitamins. Drink eight glasses of water a day. Pull for the Mets. Watch a lot of movies. Don't wok too hard at your job. Take a trip to Paris with me. Come to the hospital when Rachel has her baby and hold my grandchild in your arms. Brush your teeth after every meal. Don't cross the street on a red light. Defend the little guy. Stick up for yourself. Remember how beautiful you are. Remember how much I love you. Drink one Scotch on the rocks every day. Breathe deeply. Keep your eyes open. Stay away from fatty foods. Sleep the sleep of the just. Remember how much I love you".