lunes, agosto 28, 2006

CHARLES NICHOLL: Leonardo, el vuelo de la mente

Comenzaré haciendo una confesión: no he leído demasiadas biografías a lo largo de mi vida, pero si muchas de las que se escriben fueran como esta, sin duda se convertiría en uno de mis géneros favoritos. Y es que Charles Nicholl consigue acercarnos de forma tan vívida a la figura de Leonardo da Vinci que en más de una ocasión me ha parecido estar sentada al lado del ilustre genio viendo como escribía con su característica escritura especular en uno de sus innumerables cuadernos.De Leonardo se han dicho muchísimas cosas, una gran parte de ellas sin ningún fundamento. Ha sido el objeto de multitud de biografías, estudios, novelas (estas ahora se han puesto de moda, y ya hay gente que se cree a pies juntillas las teorías de El código Da Vinci y de libros similares)... Sin embargo, hasta ahora era bien poco lo que se conocía del personaje real. Y por ello este libro me ha parecido tan extraordinario.Ignoro el tiempo que habrá tardado Charles Nicholl en recopilar toda la información necesaria para elaborar esta obra. Pero estoy segura de que debe haber sido una tarea ingente. El resultado es un magnífico relato, bien escrito, ameno y a la vez detallado, y sobre todo basado en un trabajo de investigación exhaustivo y meticuloso. Nicholl se ha servido de fuentes muy diversas: desde los propios cuadernos de Leonardo, distribuidos por bibliotecas y archivos de medio mundo, hasta los relatos de autores contemporáneos del pintor o de otros estudiosos de este ilustre personaje. La cantidad de citas a pie de página y la amplia bibliografía incluida al final del libro dan fe de ello. El autor ha debido recorrer además todos los lugares que alguna vez visitó Leonardo, a lo largo de Italia y también en Francia. A lo largo de sus más de 500 páginas, se nos brinda un retrato magnífico de Leonardo, no sólo del genio más o menos conocido, sino especialmente del hombre, con sus miedos y sus manías, sus gustos culinarios y sus preferencias sexuales. Nicholl nos lleva a conocer también el ambiente en el que el humanista se movió: las cortes de los Médici en Florencia, de Ludovico Sforza en Milán, o de Francisco I en Francia. La descripción de los paisajes y de las ciudades nos traslada a esos lugares mágicos de la Toscana, la Lombardía o el valle del Loira, mientras que todos los personajes que acompañaron a Leonardo en su singular andadura aparecen también espléndidamente retratados. Por supuesto, no se olvida Nicholl de la gestación de las grandes obras del artista, a las que dedica una parte importante del libro, sin resistirse a dejar volar un poco la imaginación -no sin antes aclararlo al lector- a la hora de explicar la génesis de algunas de ellas, como la Mona Lisa. Increíbles son también las páginas dedicadas a las investigaciones que Leonardo dejó claramente anotadas en sus cuadernos, en los cuales podemos encontrar las huellas de multitud de disciplinas a las que el artista se acercó movido por su inagotable afán de saber.En definitiva, si queréis conocer mejor a este hombre y genio a la vez, y alejaros de interpretaciones absurdas basadas en una imagen de Leonardo relacionada con la magia y el ocultismo, os recomiendo firmemente este libro. Gracias a él he descubierto a un personaje fascinante, con una curiosidad sin límites, un sentido del humor extraordinario, y una capacidad para aprender desbordante. Leonardo era consciente de que no tendría tiempo suficiente a lo largo de su vida para estudiar todo lo que le interesaba, y a menudo pasaba de una tarea a otra sin terminar lo que había empezado (esto se aprecia especialmente en su obra pictórica, pues nos han llegado muy pocas obras de él acabadas). En mi opinión ello le hace aún más cercano, pues creo que casi todos hemos sentido alguna vez esa punzada de dolor al darnos cuenta de que por mucho que lo intentemos jamás podremos hacer o aprender todo lo que nos gustaría (cuántos libros nos quedarán sin leer, por ejemplo). Por eso la mente de Leonardo se movía tan rápido, como si volara, para llegar a todos los lugares posibles antes de que la muerte le alcanzara. Y os aseguro que vuestra mente también volará, para recorrer la Italia del Renacimiento, si os aventuráis a leer este libro.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que Leonardo siempre ha resultado ser un personaje muy interesante y admirado, más que oscuro. La biografía es un estilo que requiere mucha pericia por parte de un escritor para que guste, y especialmente mucha admiración de parte de ese autor con el personaje. Y además tiene que estar esplendidamente documentado. Siempre me ha parecedio un trabajo de titanes. En cuanto a las obras de Chandler, he leído muchas y todas son muy buenas, no decae en ninguna, tal vez te recomiende especialmente "El sueño eterno" por ser la primera, y en la que pondría más garra. Gracias por lo de experta, pero ni mucho menos. Saludos

Anónimo dijo...

Hola! hace unos meses leí la biografía de Leonardo de Michael White (publicada por Debolsillo: Leonardo: el primer científico) ... tenía la duda entre la de White y la de Nicholl ... la verdad es que la de White está muy bien, me gustó mucho pero sin haber leído la de Nicholl parece que le da alguna prioridad al aspecto científico, quizás la que comentas sea más "literaria" y para los que no somos científicos sea más recomendable .. de cualquier manera el tema (Leonardo) es tan interesante y tan fascinante que se puede atacar desde diferentes puntos de vista y generar diferentes biografías en las que cada una de ellas pueda tener algo diferente. Un placer encontrarte "perdidaentrelibros" y entre la inmensidad de los blogs.

Elena dijo...

A mí también me parece un trabajo de titanes, Zuriñe. Que una biografía esté bien escrita y espléndidamente documentada es unir a la vez dos tareas: la de ser escritor e investigador. Y no hay muchas personas que puedan hacerlo. Noesmivida, no he leído la biografía de White, pero me la apunto para un futuro. Esta hace más hincapié en los aspectos artísticos y personales, aunque también explica los aspectos científicos, pero de forma muy clara y precisa. Además va acompañada de muchas láminas y dibujos de los propios cuadernos de Leonardo, con lo cual es fácil seguirla. Gracias por el consejo sobre Chandler, Zuriñe. Otro libro más que apuntar (y se me están acabando las vacaciones...) Un saludo

Anónimo dijo...

Descubro ahora este blog y pasa a mis favoritos directamente.

Anónimo dijo...

Leonardo fue, es y será como la lengua del pájaro carpintero, como un mapa del agua y como la memoria inmortal del ojo de una pintura piramidal...
Saludos.
Un adn cercano al pajaro mental.

Anónimo dijo...

en este momento estoy leyendo el libro, realmente interesante, una nueva vision sobre leonardo.
Mucho mas alla esta el mundo que se ha creado a partr del renacimiento
seria posible hoy que el mundo vuelva a ver un Leonardo? una mente libre?
un vuelo mas alla de las simples ganancias?
Hace unos dias en Chile murio el hombre mas rico de sud america
40.000.000 millones de nada, no arte, no mecenasgo, no vida, no vuelo.

Anónimo dijo...

Estoy leyendo el libro, que como todo gran libro que ha pasado por mis manos, me ha llegado muy azarosamente. Es increible!. Nicholl estubo cinco años recopilando informacion, yendo a los lugares y experimentando nuevas suposiciones (como la del paisaje cerca de Vinci). Lo unico que me ha llamado la atencion, con lo que no concuerdo del todo, es que en la contratapa se hace alusion a la maestria literaria de Nicholl. No creo que lo de Nicholl sea la literatura. No niego la dinamicidad de su prosa, la diafanidad de sus ideas, lo profundisimo de su observacion y sus especulaciones; pero, para leer bigrafias con literatura mejor leer a un Romaind Rolland o a un Andre Maurois, acaso a un Abel Posse. ¿Alguien leyo el "Acercamiento al metodo de Leonardo" de P. Valèry? si no, leanlo que es extraordinario (soy plenamente conciente de la ultima palabra).
Pregunta aparte, perdon: ¿Alguien lee a Jose Lezama Lima?

Alifonso dijo...

¿Se trata de la misma cita?
1ª cita:
Uno de los compañeros más próximos de Leonardo, el excéntrico Tommaso Masini, tenía de él una opinión semejante: “No habría matado a una pulga por ningún motivo y prefería cubrirse con ropas de lino para no vestir nada muerto”. 44 (Página 60).
2ª cita:
El nombre de Zoroastro era Tommaso Masini… Sobre su tumba hay un ángel golpeando con un par de tenazas y un martillo el esqueleto de un muerto, lo que representa su fe en la resurrección. No habría matado a una pulga por ningún motivo. Prefería vestir ropas de lino para no llevar encima nada muerto”.18 (Página 164).
La primera cita aparece en el capítulo I (Infancia) y la nota 44 correspondiente a dicho capítulo dice:
Ammiranto 1637, 2, p. 242.
La segunda cita aparece en el capítulo III (Independencia) y la nota 18 correspondiente al citado capítulo dice:
Ammiranto, 1637, 2, p.242. «Zoroastro», así llamado por el mago persa Zaratustra, aparece como «Geroastro» en la obra anónima Antiquarie prospettiche Romane, IV (véase Capítulo V, n. 119 más adelante). Ammirato añade dos versiones más: «Alabastro» y «Chiliabastro».
Estoy leyendo el libro y es apasionante. No hago sino consultar otros que tengo sobre Leonardo da Vinci, pero es este de Nicholl el que me ha metido el veneno leonardiano en el cuerpo.

Falcotitlan dijo...

Yo tengo ese libro, soy mexicano y lo compré en Argentina, es una delicia y una maravilla leer esos textos, te transporta no a un universo paralelo, te alimenta a seguir pensando qué hay más allá d ela vida de un hombre tan creativo como lo fue el maestro Leonardo. Saludos.