"En 1962, una joven musulmana fue asesinada ante mis ojos y los de todos los vecinos porque había transgredido los límites religiosos y se había enamorado de un varón cristiano. Lo triste era que el hombre no lo merecía. Era un gigoló. Entonces, cuando yo era un chico de dieciséis años que veía el mundo como una infinita cadena de historias, pensé que había que escribir una novela sobre todas las formas de amor prohibido en Arabia, y lo deseé con toda la ingenuidad de un amante. Pero mi herramienta como narrador aún no estaba lo bastante madura para convertir semejante idea en una historia. Entre 1965 y 1967 emprendí los primeros intentos, que fueron un lamentable fracaso."
Este es el comienzo de la última tesela que compone el ingente mosaico creado por Rafik Schami en su proyecto más ambicioso, una novela cuya génesis comenzó en 1965 y terminó más de treinta años después, y que tuvo como catalizador el acontecimiento narrado más arriba. El lado oscuro del amor es una novela magna, con mayúsculas, donde el protagonista indiscutible es el amor, pero un amor difícil, que debe esconderse, y que debe luchar con toda su fuerza por sobrevivir, sin llegar a conseguirlo en muchas ocasiones. Es el amor prohibido, como él mismo lo llama, en una cultura donde las diferencias religiosas y de linaje constituyen obstáculos insalvables para que dos personas puedan unir sus destinos por muy enamoradas que estén. En este caso la huida o la renuncia a dicho amor son, con frecuencia, las dos únicas alternativas posibles para estas parejas de enamorados.
En el centro del mosaico nos encontramos con la historia de amor de Rana y Farid, dos jóvenes cuyas familias, los Mushtak y los Shahin, han sido tradicionalmente rivales, y que por tanto se opondrán con fuerza a dicha unión. El telón de fondo de esta trama es la Siria de la primera mitad del siglo XX, donde los golpes de estado militares se suceden y donde ideologías como el anarquismo y el comunismo se extienden con gran rapidez. En este marco, la mujer -como sigue ocurriendo en la mayoría de países musulmanes- está completamente sometida al hombre. Los matrimonios se arreglan entre los padres, y las jóvenes se ven abocadas a un destino que les es ajeno por deseo de sus progenitores, además de ser constantemente vigiladas por hermanos y familiares que ejercen como custodios de su virginidad. Mientras que Rana deberá enfrentarse a esta realidad, Farid se debate en una lucha interna cuando se percata de que el comunismo, ideología que abraza con pasión en un principio, no responde a sus anhelos como él esperaba. El amor de Rana será su tabla de salvación a través de una serie de desdichas que dejarán una honda huella en su ser.
Las 833 páginas que componen esta auténtica saga familiar, en la que el autor desgrana los orígenes de ambas familias y se remonta hasta los inicios de su rivalidad, se articulan en nueve libros que se dividen a su vez en veintiocho capítulos. En ellos nos encontramos relatos que nos recuerdan al mundo mágico de Las mil y una noches junto a otros que, por su crudeza, nos acercan a la realidad de la Siria de aquellos momentos. Son incontables los personajes que desfilan por este todo, cuyas historias, que Schami inserta como teselas secundarias rodeando a la escena principal del mosaico, hacen la lectura un tanto agotadora en ocasiones, pero afortunadamente esta sensación pronto se desvanece ante la fuerza de la trama fundamental que constituye el amor de Rana y Farid, trama que absorbe la atención del lector y lo impulsa a seguir leyendo una página tras otra.
En Alemania el libro ha constituido un tremendo éxito de crítica y público, habiendo vendido más de 300.000 ejemplares (hay que tener en cuenta que el autor es muy conocido en ese país, donde vive desde que se exilió de Siria en 1971). Es, sin duda, un éxito merecido. Al menos esa es mi opinión después de terminar esta obra que, a pesar de su longitud, se lee con relativa facilidad. Resulta extraordinario pensar que Schami ha dedicado media vida a este proyecto, y por ello es él mismo quién nos cuenta su génesis y evolución en el último capítulo de la novela. Con ello pone la pieza final de uno de los mosaicos más increíbles que la literatura árabe, y europea, haya creado en los últimos años. Ahora sólo queda que los espectadores-lectores se dejen guiar a través de esta aventura que, en la mayoría de los casos, seguro no les defraudará.
Este es el comienzo de la última tesela que compone el ingente mosaico creado por Rafik Schami en su proyecto más ambicioso, una novela cuya génesis comenzó en 1965 y terminó más de treinta años después, y que tuvo como catalizador el acontecimiento narrado más arriba. El lado oscuro del amor es una novela magna, con mayúsculas, donde el protagonista indiscutible es el amor, pero un amor difícil, que debe esconderse, y que debe luchar con toda su fuerza por sobrevivir, sin llegar a conseguirlo en muchas ocasiones. Es el amor prohibido, como él mismo lo llama, en una cultura donde las diferencias religiosas y de linaje constituyen obstáculos insalvables para que dos personas puedan unir sus destinos por muy enamoradas que estén. En este caso la huida o la renuncia a dicho amor son, con frecuencia, las dos únicas alternativas posibles para estas parejas de enamorados.
En el centro del mosaico nos encontramos con la historia de amor de Rana y Farid, dos jóvenes cuyas familias, los Mushtak y los Shahin, han sido tradicionalmente rivales, y que por tanto se opondrán con fuerza a dicha unión. El telón de fondo de esta trama es la Siria de la primera mitad del siglo XX, donde los golpes de estado militares se suceden y donde ideologías como el anarquismo y el comunismo se extienden con gran rapidez. En este marco, la mujer -como sigue ocurriendo en la mayoría de países musulmanes- está completamente sometida al hombre. Los matrimonios se arreglan entre los padres, y las jóvenes se ven abocadas a un destino que les es ajeno por deseo de sus progenitores, además de ser constantemente vigiladas por hermanos y familiares que ejercen como custodios de su virginidad. Mientras que Rana deberá enfrentarse a esta realidad, Farid se debate en una lucha interna cuando se percata de que el comunismo, ideología que abraza con pasión en un principio, no responde a sus anhelos como él esperaba. El amor de Rana será su tabla de salvación a través de una serie de desdichas que dejarán una honda huella en su ser.
Las 833 páginas que componen esta auténtica saga familiar, en la que el autor desgrana los orígenes de ambas familias y se remonta hasta los inicios de su rivalidad, se articulan en nueve libros que se dividen a su vez en veintiocho capítulos. En ellos nos encontramos relatos que nos recuerdan al mundo mágico de Las mil y una noches junto a otros que, por su crudeza, nos acercan a la realidad de la Siria de aquellos momentos. Son incontables los personajes que desfilan por este todo, cuyas historias, que Schami inserta como teselas secundarias rodeando a la escena principal del mosaico, hacen la lectura un tanto agotadora en ocasiones, pero afortunadamente esta sensación pronto se desvanece ante la fuerza de la trama fundamental que constituye el amor de Rana y Farid, trama que absorbe la atención del lector y lo impulsa a seguir leyendo una página tras otra.
En Alemania el libro ha constituido un tremendo éxito de crítica y público, habiendo vendido más de 300.000 ejemplares (hay que tener en cuenta que el autor es muy conocido en ese país, donde vive desde que se exilió de Siria en 1971). Es, sin duda, un éxito merecido. Al menos esa es mi opinión después de terminar esta obra que, a pesar de su longitud, se lee con relativa facilidad. Resulta extraordinario pensar que Schami ha dedicado media vida a este proyecto, y por ello es él mismo quién nos cuenta su génesis y evolución en el último capítulo de la novela. Con ello pone la pieza final de uno de los mosaicos más increíbles que la literatura árabe, y europea, haya creado en los últimos años. Ahora sólo queda que los espectadores-lectores se dejen guiar a través de esta aventura que, en la mayoría de los casos, seguro no les defraudará.
13 comentarios:
Me gusta rastrear el mundo árabe en busca de pequeñas joyas literarias; bueno, el árabe, y el indio, y el iraní, y el japonés, o el africano. Estas narraciones de zonas periféricas al mundo occidental tienen una dosis de sugestión y de atractivo que me las hacen deseables. No conocía a Rafik Shami. Es sorprendente las direcciones tan distintas que toman nuestras lecturas. Cada uno lee a su aire, indagando en zonas de interés o movido por atracciones inexplicables. Últimamente estoy embebido en la llamada novela negra o criminal,pero hoy cuando he leído hoy en Babelia una sinopsis de una novela japonesa titulada El cielo es azul, la tierra es blanca, o ahora cuando leo tu crítica, inmediatamente desearía dejar todo y conseguir esas novelas. El mundo de la literatura es inmenso e inagotable. Llevo toda mi vida leyendo y apenas he leído una minúscula porción infinitesimal de todo lo que se ha escrito y que tiene realmente interés. Tomo nota de tu crítica. Por ahora estoy intentanto conseguir el libro que comentabas de Margaret Millar y con el que todavía no he dado. La critica, acertada y buena para hacer desear su lectura. Un cordial saludo.
Tengo que reconocer que no he leido nada del autor, pero que me atrae lo que cuentas, aunque por la longitud de la novela creo que tendra que esperar al otoño, o invierno para poder acometerla con exito.
Y supongo que acabará mal... para que luego digan que "Romero y Julieta" ya no está vigente.
Un abrazo, a las dos.
Si el conjunto de la novela tiene la fuerza atractiva de ese inicio que has transcrito, va a ser todo un gusto hacerme con el libro, elena.
Abrazos.
Hola, Elena. ¿Qué tal?
Ya va siendo hora que vaya conociendo algo de la litewratura árabe, pues es muy poco lo que leí.
Y esta novela, me interesa. Como siempre, transmites buenas senssaciones cuando alguna obra te gusta y a mí me das mucha confianza.
Un abrazo
Hola! En verdad no se como llegue a este blog, supongo que siguiendo los rastros de Irene Nemirovsky y su nouvelle "El baile", en todo caso, aprovecho la oprtunidad de recomendarte "Luna caliente" del argentino Mempo Giardinelli. Hasta pronto
Joselu, qué razón tienes cuando dices que tras años y años de lecturas, son miles los libros que nos siguen esperando. A veces me angustia un poco pensar que por mucho que lea siempre habrá libros maravillosos que no llegarán a mis manos. Pero el tiempo no es infinito, y es lo que nos queda. Una vida no da para tanto. Por cierto, el libro de Margaret Millar lo compré en La casa del libro por internet.
Carmina, es un libro hermoso pero muy largo, hay que leerlo en época de vacaciones, porque si no puede ser interminable.
Lucía, ¿y por qué tiene que acabar mal? ¡No seas tan pesimista, mujer!
Raúl, el fragmento no es del principio, sino del final, pues en el último capítulo el autor explica por encima el proceso de creación del libro. Ese suceso fue el que dio pie a toda la novela, pero en el libro aparece como algo secundario.
Mateo, muy recomendable la lectura de este libro. Yo tampoco conozco mucho de literatura árabe, pero lo poco que he leído me gusta bastante.
Pablo, bienvenido. Tomo nota de la recomendación.
Saludos
Leo tus reseñas devorándolas y gracias a ti entro en libros -merced a la lectura de tus escritos -a los que jamás me acercaría seguramente. Este, con la historia de amor y las ideologías de fondo, me atrae. Gracias de nuevo y -te lo creas o no (espero que sí, pues no se trata de halagarte, sino de reconocerte lo bien que lo haces) - seguiré aprendiendo de tu buen criterio y de tus límpidos escritos.
De Schami conozco "Narradores de la noche", donde se mezclan tambien imágenes de la Siria de los años cuarenta y cincuenta con una trama fantástica en torno a Salim, un narrador oral prodigioso que, por motivos que no ha lugar explicar aquí, ha perdido el habla. De quiénes y cómo le ayudarán a recuperarla trata esta novela de cuentos con mucho que ver, por temas y estructura, con las Mil y Una Noches. Está en Siruela y la recomiendo pricipalmente por su capacidad evocadora, por su elogio de la palabra hablada y su hermosa visión de la vejez.
Lo leí este verano, en Guadix.
Reverberaciones àrabes.
Em va meravellar la prosa fàcil, las histórias entretejidas, distintas i tan unidas. Las dificultades del amor y sus abrazos y desencuentros con el sexo... o quizas fuera al revés como deberíamos acometer la tarea de desentrañar sus entresijos.
Hola. Me alegra saber que hay más gente que comparte mi opinión con respecto a Schami. La mayoría de gente que conozco nunca ha oído hablar de él. Este verano leí 'Narradores de la Noche' y tengo entre manos, a mitad y enganchadísima 'Viaje Entre la Noche y la Mañana'. Que, al igual que 'Narradores de la Noche' es, simplemente, genial y se lee de manera bastante fácil. El próximo, el de este post.
Enhorabuena por el blog y muchas gracias por compartir tanto.
Saludos!
Hola Elena, yo también quedé cautivada por esta historia hace unos años,recuerdo que no podía apartar los ojos de este libro. La historia de amor de Rana y Farid realmente me conmovió y me enganchó. Yo creo que es una especie de Romeo y Julieta en Damasco, intercalada por un buen número de historias al más puro estilo de las Mil y una noches.
Un saludo
Publicar un comentario