Cometí el error de ver la película Expiación antes de leer el libro de Ian McEwan en el que está basada. Y fue un error no porque no me gustara, que me encantó, y además me pareció de lo mejor que había visto en mucho tiempo, sino porque cuando hace unas semanas comencé a leer el libro, no podía evitar que los rostros de los protagonistas tuviesen un parecido excesivo con los actores que los interpretaban. Así Cecilia me miraba con los ojos de Keira Knightley, y el desdichado Robbie era en realidad James McAvoy con el atuendo de un soldado de la Segunda Guerra Mundial. Me habría gustado más que esos rostros surgieran poco a poco a través de las descripciones del autor, y que fueran adquiriendo nuevos rasgos página tras página, como ocurre cuando leo cualquier novela. Me fascina esa capacidad de la literatura de crear imágenes en nuestra mente, de construir auténticas películas donde los personajes pueden parecerse o no a alquien conocido o, por el contrario, ser puro fruto de nuestra invención. Es la imaginación la que trabaja, guiada por las líneas del libro. Y eso es algo que no se puede conseguir cuando las imágenes entran directamente por nuestra retina, como ocurre en el cine.
Dicho esto, tengo que admitir que Ian McEwan es uno de mis descubrimientos de este año (llevo un año muy productivo en este sentido, no hago más que encontrar autores "nuevos" que me enganchan). Su escritura es fluida, con un ritmo lento pero eficaz, y con una riqueza de matices que pocos escritores alcanzan. De hecho, como suele ocurrir a menudo, la adaptación cinematográfica está muy por debajo de la calidad literaria que destila este libro. En la novela los personajes son más complicados, y sus pensamientos se abren al lector con una amplitud imposible de alcanzar en el celuloide. De este modo, incluso el principal suceso que desencadena los terribles acontecimientos que cambian para siempre la vida de Robbie, adquiere una nueva luz, un nuevo significado, cuando entramos de lleno en la cabecita de Briony y llegamos a entender -que no a justificar- su forma de actuar en aquellos momentos.
Briony es una niña con una imaginación desbordante, en esa edad que la confina aún al mundo de los niños, pero cuya mente escapa mucho más allá para adentrarse en los entresijos de las pasiones adultas. Mientras se dedica a escribir cuentos e incluso una obra de teatro, sueña con que algo fuera de lo común le suceda, algo que le haga convertirse en la protagonista de su propia novela, sacándola de la feroz rutina en que vive inmersa. Cecilia, su hermana mayor, es una joven algo aburrida, que no tiene muy claro qué hacer una vez finalizados sus estudios, y que siente fascinación por Briony y su otro hermano, Leon. En cambio, sus sentimientos hacia Robbie, el hijo de una de las trabajadoras de la casa, con quien se ha criado desde pequeña, son algo más confusos. Un suceso inesperado en una fuente y una carta algo obscena escrita por Robbie que llega por equivocación a manos de Cecilia, desencadenarán una pasión arrolladora entre ambos, fatalmente interrumpida cuando aún se encontraba en ciernes. Esa pasión se transformará en un amor profundo por parte de ambos jóvenes, que deberá luchar por sobrevivir con la entrada en prisión de Robbie, acusado de un delito que no había cometido, y al posterior estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Expiación es en el fondo una hermosa historia de amor, donde se respira la tragedia de dos amantes separados por las circunstancias. Es además una historia con una protagonista indiscutible, la traición, que provoca la entrada en prisión de Robbie y la ruptura de relaciones entre Cecilia y el resto de su familia. Los que saben la verdad, los que podrían liberar a Robbie, callan, cada uno por diferentes razones, lo que añade aún más dramatismo a la historia.
Los personajes están muy bien trabajados, adquieren vida propia casi sin esfuerzo por parte del lector. La ambientación es espléndida, especialmente en la descripción de las escenas acontecidas durante la guerra. La evacuación de las tropas británicas en Dunkerque en mayo de 1940, con sus extremas dificultades y su terrible balance en pérdidas humanas, o la estancia de los heridos en los hospitales militares donde Briony y Cecilia acaban trabajando, son dos de los mejores ejemplos. Si a esto añadimos unos pasajes con una prosa casi poética en ocasiones, nos queda un conjunto más que brillante en general. La soledad del Robbie soldado, aguijoneada por sus pensamientos eternamente anclados en su amada Cecilia, quedan patentes en palabras como estas:
"Sus recuerdos más sensuales -los pocos minutos en la biblioteca, el beso en Whitehall- se habían descolorido a fuerza de rememorarlos. Se sabía de memoria algunos pasajes de sus cartas, había revivido la pelea por el jarrón junto a la fuente, rememoraba el calor del brazo de ella en la cena en que los gemelos se fugaron. Estos recuerdos le sostenían, pero no era tan fácil. Demasiado a menudo le recordaban dónde estaba la última vez que los había evocado. Se hallaban en el extremo más distante de una gran división en el tiempo, tan importante como la de antes y después de Cristo. Antes de la cárcel, antes de la guerra, antes de que ver un cadáver se hubiese convertido en algo trivial".
Ian McEwan llega aún más lejos al jugar con el lector borrando la línea que separa realidad de ficción, aunque la verdad no se descubre hasta casi la última página del libro. Un efecto que consigue aturdir y emocionar al mismo tiempo. Los que hayáis visto la peli sabréis de lo que estoy hablando.
Espero no haber desmenuzado demasiado la trama, para no haceros desistir a la hora de leerlo. Es otra de mis recomendaciones de este verano. Tanto si conocéis la historia como si no, Expiación es un ejemplo de buena literatura, con todos los ingredientes que gustan a los gourmets de los libros: amor, traición, guerra y sorpresa final. ¿Hay una mejor receta para disfrutar y sentir entre las páginas de una novela?
En la imagen, Keira Knightley (Cecilia) y James McAvoy (Robbie) en la escena del jarrón en la fuente, una de las más trascendentales de la novela.
Más reseñas sobre obras de Ian Mc Ewan:
- Chesil Beach
20 comentarios:
Muy buena tu reseña, como siempre. Ya tehe dicho cuanto me hagustado también la novela. Ah!, el nuevo blog que te dije www.librosyvidas.blogspot.es.
Un beso.
Ernestina
Coincido contigo en que ver primero la película te condiciona a la hora de crear los persobajes, lo que es una lástima porque a mí también me fascina ver como van tomando forma en mi cabeza. Sin embargo, el lado positivo de ver primero la película basada en un libro es que aún tiene alguna oportunidad de engancharnos, pues normalmente, si te has leído el libro y te ha gusyado, la adaptación cinematográfica suele horrizarte, al menos a mí suele pasarme.
Me apunto el libro para próximas lecturas.
Saludos.
Cuando vi Expiación en el cine me gustó mucho y me dieron ganas de leer la novela, pero andaba muy liada y decidí empezar por otra obra más corta del mismo autor: Chesil Beach, que me dejó indiferente. Expiación la tengo pendiente.
Este año también hemos podido ver la adaptación de El amor en los tiempos del cólera, que es bastante fiel al texto original. Ya comenté algo sobre ese desajuste entre lo que vemos en el cine y lo que vamos imaginando a medida que leemos, en la entrada que hiciste sobre esta novela. A propósito: tirón de orejas por no haber hablado sobre qué nos pareció la adaptación.
La obra más reciente que he leído después de ver una película es El animal moribundo, de Philiph Roth, en la que se basó Elegy de Isabel Coixet. Por cierto, el que Roth tenga una novela llamada Elegy da origen a confusión porque hay quien la compra pensando que esa es la obra que dio pie a la realización de la película. Este libro me decepcionó un poco, seguramente porque esperaba otra cosa de él, por ejemplo: encontrarme una mayor profundización en la psicología de los personajes y en los motivos de sus comportamientos (el miedo del protagonista al compromiso y al abandono; la diferencia de edad en la pareja; los celos; etc.), en vez de tanta reflexión sobre la revolución sexual americana. La película de Coixet merece mucho la pena y, cuando las luces se vuelven a encender, te puedes pasar un buen rato hablando sobre ella con quien hayas ido. Poder comentar con alguien una buena película, momentos después de haberla visto, es algo estupendo. Así que, hoy, mi recomendación no es bibliográfica sino cinematográfica: Elegy, de Isabel Coixet.
Capeando el temporal
Coincido en todo contigo, Elena. Ian McEwan es de lo mejorcito que hay. A mi la película de Joe Wright me encantó (la banda sonora es especialmente genial), pero el libro es una maravilla. Piensa que tal vez sin la peli no hubieses leído la novela...Y ahora a por Chesil Beach, que es otra delicia. Es genial como McEwan nos mete en la mente de sus personajes...
saludos!!!!
Para mi, este es un libro de referencia. Cuando lo leí, hace ya algún tiempo, recuerdo que tuve que dejarlo un par de días en el medio por como me estaba afectando. No hay muchos autores que consigan involucrarte así. De lo mejor.
Saludos
McEwan es un escritor que me encanta, y sin embargo su novela Expiación no me gustó. La película menos. Encontré en ambas, no sé cómo explicarlo, un gran envoltorio para un vacuo contenido, pero esta es mi opinión solamente. Raro que no estemos de acuerdo, jejejeje. Bicos!
Ernestina, ya le he echado un ojillo al blog. Muy interesante. Lástima que ahora en verano ande un poco parado. Un beso, guapísima.
Pandora, en este caso creo que la película es bastante buena. Lo que ocurre es que es uno de esos libros con efecto sorpresa al final y, claro, si has visto la peli, eso se pierde. Pero en este caso es cierto que la película me ha animado aún más a leer el libro.
Capeando..., no he leído Chesil Beach, aunque ya la he comprado. Ya te contaré. Tampoco he visto la adaptación cinematográfica de El amor... ni creo que la vea. No me atrae en absoluto, porque el libro es demasiado hermoso. Gracias por la recomendación de Elegy. Me encanta Isabel Coixet, pero precisamente esta película no la he visto aún. Espero hacerlo pronto.
Carmen, veo que coincidimos otra vez. Genial McEwan.
Ronsel, es cierto que pocos libros te tocan de esa manera. Y cuando uno encuentra una obra así, da una pena terrible leer la última página.
Ad astra, por una vez no coincidimos!! Pero qué grande es Dexter!!
Un abrazo
Una reseña excelente, Elena. La esperaba así, de ahí que te visite.
En cuanto a tu entradilla, decirte que cometí "el mismo error" que tú; ver la película antes de la lectura del libro, y aunque disfrute con ambas lecturas, la segunda, estuvo siempre condicionada por los rostros y los ambientes que el director ya me había formado en la cabeza.
Pues mira justo he estado pensando en leerla desde que vi la pelicula, intuia que me dejaria ver mucho más de la historia, y me has terminado de convencer.
Encanta de leerte como siempre :)
Me gustó el libro de McEwan y también la película.Creo que tienes razón cuando dices que no es del todo oportuno ver la película antes de leer la novela.A mí me ocurrió lo mismo,pero la historia es tan hermosa.Eso de descubrir que todo lo que vemos es una ficción,una expiación literaria que siempre logra salvarnos un poquito y redimir de nuestros errores.
Excelente reseña Elena.
Besos y un fuerte abrazo.
Me encantó la película y quería leer el libro. Me anima mucho tu comentario aunque ahora me gustaría no leer mucho drama y creo que éste lo es. Un poquito más adelante ;) Un besazo, espero que estés disfrutando de tus vacaciones!
Es lo mágico de la lectura, que te creas tu propia película en la cabeza. Me pasó con Seda de Alessandro Baricco, la película, que no es tan buena como Expiación, mata el libro. Suerte que yo lo había leido tres veces y las imágenes más fuertes son las mías. Creo que la única película que no me defraudó fue "El amante" basada en el libro de Marguerite Duras.
He estado un poco apartada de la blogosfera por problemas técnicos. Ahora que vuelvo me encuentro esto. La verdad es que siempre es preferible leer el libro primero. Con los años no le echo la culpa al cine. El cine es como es, se encorseta en un tiempo determinado y en una serie de parámetros que en teoría hacen el film atractivo para el espectador. Es triste pero esa descripción que cuentas de los personajes, los mundos interiores de los personajes, en el cine no tienen espacio, al menos no en profundidad, y claro, eso hace que se pierda mucho… Pero bueno, al menos yo he dado con otra buena recomendación.
Kisses
Otro autor del que no he leído nada. Me recomendaron hace tiempo otro libro suyo, Amsterdam, por el tratamiento que hace del humor.
Tu reseña, otro motivo más para convencerme y leer algo suyo.
Gracias por solucionarme el regalo de esta semana, la reseña es perfecta. Aunque yo no sé si lo leería, si no me río no me suelo acabar el libro.
Están muy bien esas descripciones desde dos puntos de vista. Y don Andrés Amorós siempre la pone por las nubes.
Buena reseña. Es cierto que cuando primero lees el libro y luego ves la película, ésta te suele decepcionar, porque generalmente no coincide con lo que imaginaste y porque se pierden muchos matices. Pero también es verdad lo que dices, que si lees el libro después de ver la película, la lectura está condicionada. Vaya dilema.
Me gustó mucho la película y la lectura la tengo pendiente, y eso que me suele interesar el tema de la culpa.
Un abrazo.
Hola Elena: realmente tienes razón con que muchas veces es un error ver la película antes, se pierde parte de la magia de la lectura. No he leído "Expiación" ni he visto la película, aunque tengo ganas de hacer las dos cosas, y creo que seguiré tu consejo. Aunque no he leído este, leí hace un tiempo "Sábado", y es espeluznante... Ian McEwan es muy particular, y realmente es un gran escritor.
Llego hasta aqui, buscando una reseña sobre este libro de McEwan, y resultas tú...los benditos azares de la red.
Aprovecho para decirte que en breve, el detective amaestrado se verá publicado como libro, en Ediciones Idea, de Tenerife...
para no perder el contacto, estoy en samurod@yahoo.es
un abrazo, Elena. Que bueno volver a encontrarte
Aun no he leido el libro, pero si he visto la pelicula y es extraordinaria; solo quisiera saber que tan real es la historia, es una de aquellas que te
dejan pensando y es muy triste a la
vez. No me canso de ver esta pelicula cada vez que la encuentro en la programacion.Gracias a su opinion al respecto ahora estoy mas animado a leer el libro en tanto pueda ire a la libreria.
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