sábado, mayo 31, 2008

MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo

La elegancia del erizo es un libro extraño. No deja indiferente, y a ratos me ha llegado a sorprender, aunque la sensación general después de leerlo es de cierta desilusión. Antes de hacer esta reseña he estado echando un vistazo por Internet y he encontrado tanto enamorados incondicionales de la obra como críticos muy severos con ella. Supongo que yo me situaría más bien en un punto intermedio, quizás más cerca de las opiniones desfavorables.

Renée es la portera de un inmueble parisino de alcurnia, que entre escobas y macetas esconde un secreto más que original: es una autodidacta a la que le entusiasma Tolstoi, la filosofía, y las películas del japonés Ozu entre otras "rarezas" tan poco comunes en las personas de su profesión. El ideal de vida de Renée es pasar más o menos desapercibida y que ningún vecino curioso sospeche lo que hay debajo de su atuendo de simple portera. En cierto modo es feliz con sus lecturas, sus películas y su gato, León (efectivamente, como el nombre de pila de Tolstoi). Una de las sirvientas del inmueble, Manuela, es su mejor amiga y confidente. Su círculo social es pues, más que reducido.

Por otro lado tenemos a una joven adolescente, Paloma, que constituye la segunda voz narrativa de la historia. De hecho los capítulos de ambas protagonistas se van alternando, todos ellos en primera persona, para contarnos las vicisitudes de dos mujeres de edades y clases sociales muy distintas, pero que sin embargo coinciden en aficiones e ideas. Paloma tiene aspiraciones suicidas (sabemos desde el primer capítulo que planea poner fin a su vida pronto), y escribe un curioso Diario del movimiento del mundo donde intenta buscar el sentido de la vida dando cuenta de los momentos efímeros en que podemos llegar a tocar la felicidad. Paloma y Renée se conocerán en un momento dado y, lógicamente, pronto se harán muy buenas amigas.

Entre los personajes secundarios, además de la citada Manuela, destaca también un japonés llamado Kakuro que se instala en el edificio y que pronto descubrirá la identidad secreta de Renée, quedando admirado por el complejo mundo interior de la portera. Aunque recelosa al principio, Renée acabará dejando entrar al japonés en su restringido círculo de amistades.

La novela es sobre todo una sucesión de pensamientos filosóficos y vitales que a veces convencen, pero otras llegan a hacer su lectura un tanto farragosa. Tanto Renée como Paloma dan rienda suelta a estas ideas al tomar la voz narrativa en sus respectivos capítulos. De este modo el libro se convierte en una especie de alegato contra la rigidez y los convencionalismos sociales y a favor de la amistad (la verdadera, la que no entiende de clases sociales) y el disfrute de esos pequeños momentos de felicidad que se suceden diariamente delante de nuestras narices sin que muchas veces nos percatemos de ellos.

Ahora bien, la novela chirría en muchos aspectos. Los personajes no convencen, ni la extraordinaria madurez de Paloma, ni los miedos y recelos de Renée. No entendemos ese interés de la portera por hacerse invisible, demostrando a los demás una mediocridad a la cual no pertenece. La historia sobre su vida no nos desvela mucho en ese sentido. Aunque posee momentos de brillantez, el hilo argumental es más bien flojo, y el final queda fuera de lugar, no encaja bien con el resto de la historia. Al menos desde mi punto de vista.

En definitiva, un libro entretenido con pretensiones que no se ven satisfechas al final, y que decrece en intensidad conforme avanzamos en su lectura. Podría haber llegado mucho más lejos, pues la idea de fondo no me parece mala, pero Barbery se pierde en ensoñaciones y convierte el libro en un híbrido extraño que el lector no sabe bien cómo digerir. No obstante, no deja de ser una lectura curiosa. Ya me contaréis si os animáis a leerlo.

21 comentarios:

Javier Puche dijo...

Empezábamos a echar de menos tus reseñas.
Saludos afectuosos

Joselu dijo...

Sin haber leído el libro -y quizás sin demasiada intención de leerlo después de esta reseña- he de decir que el personaje de Renée me resulta sugerente. A veces veo en el metro a personas aparentemente normales o incluso anodinas leyendo obras de gran densidad y no estoy pensando en ese libro de éxito fácil de Ruiz Zafón -que no pienso leer-. Me los quedo mirando e intento averiguar algo de su vida, sobre sus claves íntimas. Pienso en un trabajador de manos callosas y aspecto cansado leyendo Vuelo nocturno de Saint Exupery. ¡Qué maravilla! Uno de los mejores libros que he leído jamás, y allí en las manos de alguien que parece un currante adicto a la televisión y al MacDonalds. Renée es estimulante como idea. Otra cosa es esa novela que tú juzgas críticamente.

MBI dijo...

Me alegroooooooooo de encontrar tu blog, estoy leyendo este libro, (he leído algo menos de la mitad)y no me engancha, cada vez me desinfla más...volveré.

El Doctor dijo...

Totalmente desconocido para mí Elena.Para no decirte ya el tópico: "suscita a su lectura".Te digo que tu reseña es suficiente para mi curiosidad insaciable de nuevas lecturas.

Besos y un fuerte abrazo.

Lorena dijo...

Me habían hablado muy bien del libro y tenía muchas ganas de leerlo. Tu post me ha dejado un poco confundida, creo que ya, por pura curiosad, le echaré un ojo a ver qué me parece. Un gran besazo!

Miguel Sanfeliu dijo...

Pues me regalaron este libro hace unos meses, a la vez que me lo recomendaban vivamente. Aún no me he animado a leerlo y tu reseña aún me desanima más. No obstante, si este verano decido por fin entrar en sus páginas, ya te contaré.
Un abrazo y preciosas las fotos de Berlín.

Carlos Frontera dijo...

No conocía el libro no la autora.
No obstante, me ha gustado la reseña. Está bien encontrar sitios donde se hable de otros libros.
Un saludo.

Soy ficción dijo...

Pos no se si lo leere, he sentido perfectamente con tus palabras una pequeña decepción con el. Aunque siempre dediendo la idea de q en todos los libros peudes encontrar algo bueno.

Te hice caso y fui a por Murakami, pero al final me lleve otro del autor... Soy un caos!

Unknown dijo...

justamente este libro lo tengo en casa esperando a ser leído. Me llamo la idea y se ve que ha sido un fenómeno editorial en Francia.

Saludos.

Fede dijo...

Querida Elena,
Tengo el libro en mi lista de libros para leer.(Aún no ha quedado libre en ninguna de las bibliotecas de la ciudad) A pesar de tu reseña lo seguiré manteniendo en la lista, pero te agradezco la reseña. me permitirá leerlo antendiendo a tus comentarios.

Elena Casero dijo...

¿Por qué, digo yo, se publica un libro así?

Yo no lo voy a leer. Creo que no quiero perder el tiempo, tengo mucho en la cola, cosas que tú nos has recomendado.

Muchos besos, tocaya.

AtticusMontag dijo...

Hola, he caído en tu blog buscando una cita de Carta de una desconocida,por casualidad, y me ha encantado. Espero que me permitas seguir entrando a leerte porque es un blog interesantísimo. Enhorabuena. El de Arte, maravilloso , tb.

Un saludo,(firmo como Montag o Will)

Unknown dijo...

la tuve el viernes en las manos y la dejé para comprarme en la frontera, de cormac macarthy... jejeje

Anónimo dijo...

Hola, Elena
Yo me estoy leyendo el libro porque en Sevilla, en la feria del libro de este año muchos preguntaban por él.Escuché un programa en la radio que aunque sin unanimidad llegaba a la conclusión de que merecía la pena ser leído. Una de mis amigas me dijo que le había hecho recuperar la pasión por leer... y lo compré. La verdad es que coincido contigo en todo. El hilo argumental no engancha a medida que avanza la historia y eso que al principio la presentación de los personajes y sus personalidades me hizo sentir mucha curiosidad. Para mí ha sido una decepción y no lo recomiendo.
Como siempre, una pasada tu blog.
Besos desde Sevilla.
Lucía.

Anónimo dijo...

Te he descubierto de casualidad.Me traje el libro de la biblioteca y comencé a leerlo ilusionada, ya que la idea inicial me atrapó, pero llevaba ya dos días en que para cogerlo, me obligaba, de hecho anoche, lo cambié por el maravilloso "Los cinco narradores de Bagdad".
Tu párrafo resume claramente lo que venía sintiendo al leer.
Lo terminaré para ver en que termina,pero lo hago con pocas expectativas, por lo menos no con las que lo empecé.

Albino Blanco dijo...

Yo me he leido el libro, creo que es buenisimo. El argumento es bastante original y rompedor, puede resultar raro para algunos, pero ése es precisamente su encanto. No os desaniméis de leerlo, de verdad. Es un libro lleno de reflexiones brillantes, el argumento es sólo una excusa para exponerlas. A mi me ha encantado, además es muy fácil de leer.

conTEXTOna dijo...

He terminado de leer este libro y es uno de los pocos de este año, en que iba alargando la cosa porque me daba pena acabarlo. Eso porque no había llegado a los dos últimos capítulos. El penúltimo casi lo salté. El último, la reflexión final de Paloma sobre la vida y la muerte, de nuevo me supo a poco. La historia me parece buena, los personajes encantadores. En seguida les cogí cariño y me pregunto por qué yo no tengo vecinos así. Pero el final decepciona. La autora ha errado al elegir el final. Ha elegido una tragedia clásica, pero Muriel no es Shakespeare, no es Sófocles. No hay pasión, ni amor verdadero, ni sentimientos de venganza ancestrales, ni honor a salvar. Sólo hay un atisbo de esperanza que desaparece recién estrenada. Si el editor le llega a aconsejar otro final, feliz, y no amargo, este libro además de bien vendido, de recomendado ( o no), dejaría lectores felices y esperanzados.

Anónimo dijo...

Hola.
Compré y leí el libro convencida por los cantos de sirenas de prensa y radio. Ahora me pregunto ¿se habran leido el libro antes de cantarle todas sus gracias -Gracias que yo no encuentro-?

Parece que la autora quiere luchar contra los nichos de la sociedad, sin embargo contruye otros mucho más clasistas. Su vision del mundo me parece anticuada, pasada y reaccionaria y su forma de escribir trasnochada. Nos presenta al personaje de Paloma, como una chica excepcionalmente inteligente. Bien, en la novela actual no se presenta a un personaje con un adjetivo o etiqueta, sino con sus actos, obras y su discurso y que sea el lector que juzgue. Y no solo eso, sino que según avanzamos en páginas, vemos que Paloma dista mucho de ser inteligente. ¿alguien ha visto un solo detalle que nos diga, efectivamente es una chica muy inteligente? Yo no lo vi y lo busque desesperamente.
Por no hablar de la moralina de escalera, de filosofia baratita.

Lo peor que he leido ultimamente ¡Pero con diferencia!

Camelia dijo...

A mi la novela me ha gustado mucho. Hace tiempo que no disfrutaba tanto una lectura, es sencillísima de leer y además contrario a lo que han comentado antes me parece que el final lejos de ser triste y desesperanzador es encantador, una muerte desprovista del drama que se acostumbra, como las de verdad, sorpresiva e hiriente, pero realista. Además Renee ha muerto habiendo descubierto la felicidad en su vida, más me habría decepcionado que terminara siendo la cenicienta que se muda al 4to piso con el sr. Ozu y retomando así la idea de que la felicidad y la esperanza sólo aparecen en las condiciones y con las características que tenemos de antemano dibujadas en la mente, que es justamente lo contrario de lo que la escritora (creo) y una servidora pensamos.

En resumen, para mi ha valido la pena el libro.

Saludos desde México...

Anónimo dijo...

Creo que este libro es demasiado..... filosófico....no se como decirlo...me lo e leído y es como si no fuera una novela o un libro sin una historieta, solo ideas filosóficas!!! y esto pues lo hace desmotivante...según mi opinión claro. Saludos y gracias por escribir.

Anónimo dijo...

Pienso que una novela no tiene que ser enteramente narrativa. Quien además de esto busque buenas y estimulantes reflexiones, y un homenaje a a vida, este es su libro. Creo que lo importante de este libro es el ramalazo existencialista. La adolescente busca el sentido de una vida que no tiene ningún sentido. Al final la muerte le hace despertar y agarrarse a la vida a pesar de todo. Aunque solo sea por esto, el libro merece la pena.