miércoles, enero 09, 2008

Reencuentros literarios


No suelo releer libros. Entre otras cosas, porque tengo tantísimos títulos pendientes de lectura que me da pereza volver sobre lo ya leído. Sé que es un error; hay libros que merecen ser leídos no dos ni tres veces, sino muchas más. Autores que requieren ser absorbidos una y otra vez, para llegar a impregnarnos verdaderamente de su sustancia. Historias que exigen vivirlas por duplicado, o por triplicado, pues en cada vuelta descubriremos luces que antes no habíamos distinguido. Pero hay tantas otras historias maravillosas aún por degustar que ¿por qué volver sobre lo conocido?

Se me ocurren varias razones. Por la seguridad de que lo que vamos a leer merece la pena (puede ser que nos gustara en su momento y ahora no hallemos ese deleite previo, pero es algo que no suele suceder a menudo). Por revivir sensaciones pretéritas. Por encontrarnos de nuevo con personajes que dejamos atrás hace mucho tiempo y que creíamos que jamás volveríamos a escuchar. Por comprobar si las sensaciones vividas con aquella primera lectura se repiten o cambian como hemos cambiado nosotros. Por el mero placer de releer.

Mi novela más veces leída es sin duda La historia interminable. La descubrí de niña y se convirtió en una especie de revelación. Si hasta entonces leer me gustaba, con Bastian y el dragón Fújur empecé a convertirme en la adicta que soy hoy. Tanto me apasionó el libro -con su historia dividida entre dos mundos, su letra impresa en dos colores, el estremecedor avance de la Nada que amenazaba con devorarlo todo, la maravillosa emperatriz infantil...- que volví a él en varias ocasiones, y nunca me desilusionó. Después vendrían otros años y otras lecturas que se grabaron a fuego en mi memoria. Pero esa historia sin fin ocupa un lugar especial. Se convirtió en parte de mi persona.

Ahora estoy releyendo una de mis novelas más queridas, El amor en los tiempos del cólera. Y debo admitir que es maravilloso el volver a mirar a los ojos a Florentino Ariza y Fermina Daza, y beber de ese amor incondicional que a veces nos parece rayar en lo absurdo.

¿Es posible un reencuentro más dulce?

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Cómo me hizo disfrutar "El amor en tiempos del cólera"!!! Una historia tan aparentemente sencilla pero llena de matices, con el estilo inconfundible de García Márquez que me encandila.

Palimp dijo...

Con la historia interminable coincidimos -yo también la he leído muchas veces-, pero con El amor en los tiempos del cólera... la acabo de leer y definitivamente no es un libro para mí.

Desesperada dijo...

yo releo libros a menudo, la verdad. el que más, el señor de los anillos. el amor en los tiempos del cólera lo leí hace muchísimos años, así que me estás dando envidia, ¡tengo que releerlo!

Lucía dijo...

Tampoco soy de las que relee mucho porque tengo la casa invadida de libros pendientes de leer y una lista enorme de los que tengo que sacar de la biblioteca. Pero los libros que más me impresionaron y que sí he releído son los que componen el Quinteto de Avignon de Lawrence Durrell.
Besos.

El Doctor dijo...

La historia interminable es una novela crepuscular,un adiós a toda una cultura del cuento tradicional.Yo la he leido y sigo leyéndola cuando realmente me siento decaído.Maravillosa,mágica.Fantasía es un mundo sin fronteras.Si no recordamos viene el vacío,la nada.
Releer es un acto muy saludable.Yo lo hago constantemente.Por ejemplo,en estos momentos estoy de nuevo con Martin Eden,de Jack London,novela iniciática de mi adolescencia.
Besos.

Joaquín dijo...

¡Maldita sea!...con todo lo que me han traído los Reyes para leer y ahora ya tengo unas ganas terribles de releer esos libros otra vez. Con los libros me pasa como con el chocolate: cuando alguien habla de él, tengo que buscarlo y comer un poco.
Saludos.

Javier Puche dijo...

Coincido plenamente contigo en considerar la relectura como uno de los más altos placeres literarios que existen.
En cuanto a la "Historia interminable", también fue uno de los primeros libros que me fascinaron. Al concluir su lectura, con apenas 10 años, decidí que los libros me acompañarían siempre. Y sentí mucha pena por quienes nunca leen.
Gracias por visitar mi Puerta falsa, eres un encanto. Te sigo leyendo.

Joselu dijo...

Para mí no existe placer más cruel que la relectura de aquellos libros que fueron de culto en mis años de juventud. Pocos libros resisten la relectura veinte años después. Tú has cambiado, la época es diferente. ¿Cómo se puede releer a Cortázar pasado el tiempo? Me identifiqué con los cronopios, sentía ser uno de ellos, pero veinticinco años después ¿quién soy yo? ¿Cómo es la sociedad que me envuelve? ¿Una sociedad de cronopios o una sociedad de famas? Para qué contestar. Lo mismo me sucedió cuando releí Esperando a Godot. Su primera lectura a los diecinueve años la recuerdo como si fuera actual. ¡Qué fascinación! No podía dejar de leer. Hoy cuando la releo me produce una profunda tristeza. No tengo aquel placer intenso del descubrimiento antes de los veinte. Me pasó con Memorias de Adriano de Margarita Youcernar que leí en Sumatra, enamorado de una italiana diabólica. Cuando lo he releído no lo he podido soportar. Me produce una profunda desilusión la relectura sobre todo de aquello que he amado en otros momentos. Salvo de la quema El Quijote. Lo he releído múltiples veces. La clave es que Cervantes era mayor cuando lo escribió y su experiencia de la vida me llega incluso ahora cuando necesito mensajes de reflexión curtidos por el tiempo. Es terrible releer. No he leído La historia interminable, pero sí El amor en tiempos del cólera. Guardo de la segunda un grato recuerdo, que no quiero desbaratar con una segunda lectura. Mejor libros nuevos, distintos, que no te recuerden lo que tú eras. Es una opinión.

Desesperada dijo...

no estoy muy de acuerdo, joselu. creo que relerlos puede hasta enriquecer las sensaciones que te dejó ese libro... o descubrir que no eran para tanto, jejeje, me pasó con libros sobre todo leídos en la adolescencia releídos de adulta, como el lobo estepario, sin ir más lejos... qué diferente sensación tuve de joven que ahora...

salvo el retrato de dorian gray, decenas de veces releído, aunque deja distintas sensaciones según la edad que tengas.

Carmen Álvarez dijo...

Yo últimamente estoy en esa tarea obsesiva e inabarcable de leer todos esos títulos pendientes. Aunque a lo largo de los años sí he releído muchos títulos. Sin embargo, hay otros como Crimen y castigo con los que no creo que me atreva a repetir. El recuerdo es demasiado bueno y no estoy preparada para una decepción ;)

Francisco Ortiz dijo...

Releer, claro que sí. De vez en cuando, volver a un lugar y un ambiente y unos personajes familiares. Por eso me gustan las novelas negras en que vuelve a salir el mismo protagonista. Es lo mismo y algo nuevo. Y hay libros de los que nunca se sale, de los que se está aprendiendo siempre. Releer es a veces revivir, vivir más.

Desesperada dijo...

carmen, yo releí crimen y castigo hace dos o tres año y lejos de decepcionarme me fascinó todavía más! un bico

Elena dijo...

Marta, coincidimos en nuestra valoración de esta extraordinaria novela.

Palimp, siento que no te gustara El amor... A mí me encandiló la primera vez que la leí, y ha vuelto a hacerlo de nuevo esta vez. ¡No se puede coincidir en todo! :-)

Desesperada, me gustó mucho El señor de los anillos, pero no sé si podría leerlo otra vez. Me supuso un esfuerzo importante.

Lucía, no he leído nada de Lawrence Durrell. Apuntado queda.

Francisco, veo que sientes la misma fascinación por La historia... Es simplemente un libro increíble. También me gustó bastante Momo, del mismo autor, aunque no está a la altura del primero. No he leído nada de Jack London, no sé muy bien por qué.

Joaquín, compartimos adicciones (a la lectura y al chocolate), a cada cual más suculenta.

Herman, es un placer verte por aquí. Tu blog me parece realmente interesante, así que nos seguiremos viendo.

Joselu, no creo que releer sea siempre tan terrible. Por supuesto que habrá libros que no nos hagan sentir lo mismo que la primera vez que nos acercamos a ellos. Hemos cambiado, y mucho. Pero siempre se puede descubrir algo nuevo en una relectura, matices que se nos escaparon aquella vez, o significados que no comprendimos en su momento. Releer puede ser un bello placer, aunque a veces nos defraude. Por cierto, La historia interminable es una novela deliciosa, pero quizás hay un momento para leerla, cuando uno está descubriendo el mundo de los libros. Aunque después de tantos años a mí me sigue encandilando.

Carmen y desesperada, no he leído Crimen y Castigo, es otro de esos títulos de mi lista inacabable.

Francisco, me gusta tu afirmación de que releer es revivir. Es apasionante volver a encontrar personajes que te fascinaron en su momento y volver a seguir sus pasos.

Un abrazo a todos y gracias por vuestros comentarios.

Mariano Zurdo dijo...

Yo tampoco suelo releer los libros. Tengo tanto por leer que me da cosa volver atrás. Pero tengo dos pendientes que creo que releeré en breve. Uno tiene que ver con tu entrada: Momo. Y el otro, Don Juan, de Torrente Ballester, uno de los libros que más me han marcado.
Besitos/azos.

Elena Casero dijo...

Estás releyendo uno de los libros más "espectaculares" "ricos" no sé cómo describirlo pero cuando lo leí disfruté enormemente.
Tengo ahora unos seis o siete en cola. A veces me da lástima releer por si me llevo un chasco.
Y me he comprado La ladrona de libros.

Un beso, tocaya

Elena dijo...

Mariano, Momo es también una delicia. Gracias por pasarte por aquí.

Tocaya, espero que te guste La ladrona de libros. No es que sea una obra maestra, pero merece la pena, al menos por su originalidad.

Un beso

Andriu dijo...

Coincido plenamente contigo: qué de virtudes hay en esos reencuentros literarios y, por contra, qué de reclamos diferentes y nuevas historias nos aguardan.

Yo por eso, por la cantidad de libros que me quedan por leer, tampoco suelo releer.

Y es precisamente "El amor en los tiempos del cólera" uno de los pocos libros que sí he releído.

Qué buena pinta tiene tu blog.

Lo pongo en "Favoritos".

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola. He tropezado con tu blog de casualidad y me ha gustado mucho.
Quise dejar un mensaje porque me ha entusiasmado leer sobre La historia interminable. Es mi historia favorita, mi libro de cabecera de la niñez y la adolescencia y esta primera juventud que vivo ahora. Y la verdad es que aún mucha gente me pregunta que qué libro es ése, que no lo conocen.

En fin, felicidades por tu blog... y por tu afición.