El comienzo es memorable, como casi todos los de este autor (al menos de los libros que he leído). Me permito incluir aquí unas líneas:
"Nadie piensa nunca que pueda ir a encontrarse con una muerta entre los brazos y que ya no verá más su rostro cuyo nombre recuerda. Nadie piensa nunca que vaya a morir en el momento más inadecuado a pesar de que eso sucede todo el tiempo, y creemos que nadie que no esté previsto habrá de morir junto a nosotros."
La historia empieza cuando el protagonista, Víctor Francés, se encuentra cenando en casa de una atractiva mujer casada cuyo marido esa noche está ausente y, después del consabido coqueteo, cuando ambos se hallan a punto de consumar el adulterio, ella muere de forma repentina entre sus brazos. La vida de Víctor cambiará entonces de forma radical. Llevará esa muerte sobre su espalda, aunque él no fuera responsable de la misma, y tratará de penetrar en el entorno de la malograda mujer, con el fin de averiguar qué pasó luego, cómo reaccionó el marido ausente, la hermana menor y el padre destrozado. Y qué fue de su hijo, el niño pequeño que fue además el único testigo de su aventura mal terminada. En este camino conoceremos a los curiosos personajes que rodean al protagonista, entre los que se encuentra una figura enigmática con claras connotaciones juancarlistas denominado el Único o el Only de Lonely.
Toda la novela está narrada en primera persona, lo que nos acerca a la interioridad de Víctor, quien, al igual que los otros protagonistas del universo de este autor, no deja de reflexionar sobre todo lo que le acontece, hasta alejarse durante varias líneas e incluso páginas de la trama argumental en que vive atrapado. Me encantan estas digresiones de Marías, pues en muchas de ellas nos topamos con pensamientos y frases que podrían ser nuestras, que compartimos por su cercanía y su rotunda certeza. Sólo que nadie como él para deslizarlas con maestría entre los surcos de la novela.
El desenlace de la historia es inesperado y en cierto modo nos golpea como un mazazo. Una conversación entre el marido viudo y Víctor desvelará un secreto y un camino que podría haber sido otro, si nuestro protagonista no hubiese callado lo que aconteció aquella noche en que una bella mujer murió entre sus brazos. Marías juega aquí con las hipótesis, esas preguntas que a veces nos formulamos empezando por un ¿Y si...? Con ello intenta mostrarnos que nuestros comportamientos y actitudes nos guían a través de una serie de encrucijadas, dejando atrás senderos sin explorar, que podrían habernos conducido a destinos bien distintos de los alcanzados en nuestro recorrido vital. Al decidir cerramos un camino y abrimos otro. De eso trata vivir al fin y al cabo, de elegir puertas y abrirlas, olvidándonos de las que se nos quedaron atrás sin siquiera mirar por el ojo de la cerradura.
Creo que los amantes de Marías disfrutarán este libro, y para los que nunca lo hayáis leído es altamente recomendable. Encontraréis en él un gran escritor, con un estilo muy personal que deja una huella profunda tras su lectura. Una huella imborrable.
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6 comentarios:
Coincido contigo; es uno de los mejores libros de Marías y una excelente manera de 'enamorarse' de este escritor.
Tus reseñas contagian el entusiasmo de la lectura.
Un saludo.
Qué bien entras en los libros, cómo contagias la pasión de leer. Ganas me dan de releer esta novela, no te digo más. Un saludo.
Que maravilla de reseña, me pasa como a Francisco, despiertas las ganas de releerla.
Siempre me ha gustado de Marías los inicios tan potentes que tiene, es casi imposible no caer rendido ante ellos
Yo soy una firme admiradora de Marías. Sus preguntas, bifurcaciones discursivas, sus filosofías de la vida en definitiva me subyugan. Me hago suya en cada libro, y he leído unos cuantos. Me parece un gran pensador, ello quiere decir que vas más allá de escritor. Es un real intelectual.
Mi libro favorito.
Un saludo.
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