"¿Podrías reconocerme si me vieras ahora? Han pasado muchos años, demasiados. Mi rostro ya no es el mismo. Las arrugas surcan las comisuras de mis labios, agrietan el contorno de mis ojos, y dibujan un mapa agreste desde mi frente al punto más bajo de mi barbilla. El color de mis pupilas se ha ido desdibujando, aclarándose como le ocurre a la ropa que se lava una y otra vez, el azul que conociste ya no existe como tal. Ahora es un color distinto.
No te culpo por marcharte. No puedo decir que yo habría hecho lo mismo, te he querido siempre demasiado, más de lo que jamás debí quererte, más de lo que a ningún ser humano le debería estar permitido. Pero tu amor era distinto, más mudable y superficial. Decidiste por mí nuestro futuro, te llevaste mis sueños junto a los tuyos, y ahora esos sueños yacen perdidos en algún sitio, porque yo ya he desistido de encontrarlos. Rehiciste tu vida, te casaste y tuviste hijos, y ahora esos hijos te han dado nietos. Es el ciclo de la vida, es la sucesión natural de las generaciones. Es lo que habríamos hecho nosotros de haber continuado juntos.
De veras que no te culpo. En su momento te odié, tanto que el pecho se me abría de dolor cada vez que pensaba en ti. Pero ese sufrimiento, inmenso a veces, no pudo acabar con mis sentimientos hacia ti, no pudo doblegar mi voluntad de no olvidarte. Y por ello sigues alojado en mí, muy cerca de mi corazón y en el centro de mi mente, porque es allí donde has estado desde que te conocí.
¿Volveremos a cruzar nuestros caminos algún día? Yo estoy segura de que te reconocería al instante, sin dudarlo. Sentiría tu presencia kilómetros antes de que tu dulce olor llegara hasta mí. El corazón se dispararía y tendría que sentarme para que mis piernas no se doblaran cual frágiles juncos. Ni siquiera puedo imaginar volver a ver tus ojos. Creo que no podría resistirlo. Creo que sería lo último que viese antes de desmayarme. Pero sabría que eres tú. Incluso cuarenta años después."
9 comentarios:
Hace muchos años vi, en muy grata compañía, una peli francesa que se titulaba Prunelle Blue. En un mundo en que todas las personas tienen las pupilas negras no volví a encontrarme con unas pupilas azules hasta leer este texto. ¿Las tienes tú azules? No me sorprendería a juzgar por la agudeza de tu mirada al escoger tus mundos. También me recuerda tu post la canción de Moustaki Le Metèque: "Avec mes yeux tous délavés, qui me donnent l´air de rêver, moi qui ne rêve plus souvent" Y es que últimamente uno anda muy afrancesado.
Reconocí en esta carta, la que hace algunos años escribí también. Ella se mudó de ciudad y nuestra relación se perdió pra siempre. Escribirle me permitió seguir adelante y estar en paz.
Cuando el texto tiene mensaje universal, le llega a todos.
Maravilloso tu espacio...me he perdido un buen tiempo aqui!1
felicidadessss
Muy, muy buen blog profe! jaja
de seguro pasare más veces por aqui =D
Saludos..
El cuerpo envejece, ciertos recuerdos no: qué misterio.
Que bien verte por aqui, pasa y sientate, toma algo...Un lujo para mis ojos
Es extraño, pero yo nunca la odie, y si tambien se me abria el pecho de dolor cada vezque me acordaba de ella durante mucho, mucho tiempo y bueno tantas cosas... Ya rehice mi vida como dice el post tuve hijas, y ahora se que ella ha vuelto a este pais de nuevo tras separarse de el. Y bueno se viene a trabajar muy cerca con lo que podria ser que al cruzar la esquina un fin de semana me encontrara con su cara de frente quizas en mis paseos por la Coria. Seguro, creo, al menos me pondria nervioso.
Me suena mucho ese articulo.
Muchos tenemos un amor en el pasado a quien deberíamos escribir una carta... son sólo diez años los que me separan de él, pero mucha vida transcurrida...
(Estoy descubriendo tu blog y me han atraido mucho tus textos, seré una asidua visitante)
Bienvenida a esta casa, se está bien, por el momento funciona bien blogger. Se vislumbra un romanticismo imperecedero por tu post de nuevo dedicado a este gran escritor Zweig.
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