jueves, marzo 25, 2010

Tres meses de felicidad y poco dormir

La semana próxima Nuria cumplirá sus tres primeros meses de vida. Han pasado rápido, demasiado para mi gusto, pero los he disfrutado con voracidad, saboreando cada segundo que he pasado con ella. Nunca pensé que la maternidad fuera tan apasionante, porque nunca me habían gustado demasiado los niños. Hasta que no tienes los tuyos propios, no te percatas de la enormidad de ese vínculo mágico que te une a ellos, ese amor incondicional que resistiría las pruebas más encarnizadas si fuese necesario. Es una experiencia única e irrepetible, aunque eso ya lo sabéis todos los que sois padres. Y no te importan ni el cansancio ni la falta de tiempo, porque cada mirada, cada sonrisa, te iluminan el día más negro que puedas tener.

Creo que ha sido el periodo más largo que he pasado sin escribir desde que empecé este blog. Y creo que es hora de retomarlo. Imagino que mis entradas serán mucho más esporádicas que antes, pero me resisto a abandonar de forma permanente un espacio que tantas alegrías me ha dado. Aunque con dificultad, sigo leyendo, a ratos. Tengo que recomendaros de hecho dos lecturas estupendas que me han hecho disfrutar muchísimo. La primera es El nombre del viento, de Patrick Rothfuss. Supongo que muchos ya habréis escuchado hablar de él. La historia de Kvothe, cuya infancia y juventud se relatan en esta obra, nos atrapa de forma que resulta casi imposible apartar los ojos del libro. Y os lo dice alguien que no es demasiado aficionada a los libros de fantasía (aunque me encantó El señor de los anillos, pese a algunos pasajes extremadamente tediosos para mi gusto). El problema es cuando llegas a la última página y te das cuenta de que aún te queda un tiempo antes de poder saber cómo continúan las aventuras de nuestro personaje. Esperemos que Rothfuss no nos tenga esperando demasiado tiempo.

El otro libro que quería recomendaros es Tierra desacostumbrada, de la escritora Jhumpa Lahiri. Es una recopilación de historias, algunas de ellas relacionadas entre sí, que describen un mundo que la autora conoce muy bien, el de los inmigrantes indios en Estados Unidos y sus problemas de adaptación a la cultura norteamericana. Las dificultades de entendimiento entre la generación de recién llegados y sus hijos criados ya en Estados Unidos son el esqueleto de esta urdimbre de relatos que resultan, no obstante, muy cercanos y emotivos. Y si os animáis a leerlo en inglés, encontraréis que no resulta especialmente difícil, porque el lenguaje de Lahiri es llano y no se pierde en demasiadas florituras.

En fin, espero poder colgar reseñas algo más extensas en el futuro, si las circunstancias lo hacen posible. Ahora estoy terminando En manos del diablo, de Anne Marie Garat, cuyas 1340 páginas, absorbentes y brillantemente escritas, llevan ocupando mis (escasos) ratos libres más de dos semanas.

Un saludo a todos los que, a pesar de mis idas y venidas, seguís leyendo este blog.

23 comentarios:

Carmina dijo...

Te comprendo perfectamente porque a mi tampoco me gustaban demasiado los niños, y no ha cambiado, pero no cambio a mis hijos y a mis sobrinos por nada del mundo, es una experiencia que hay que vivirla, y que por poco instinto maternal que tengas, aflora cuando te encuentras ante ese ser indefenso que depende de ti, y que al final te regala una sonrisa. El tiempo para leer escasea y sigue escribiendo cuando puedas, ahora hay alguien mas importante que merece todo tu tiempo, nosotros seguiremos aqui sin dudarlo. No me gusta demasiado la fantasia pero si tu dices que a pesar de no ser un genero que te apasione el libro te ha gustado debere hacerle alguna concesion, el otro si lo leo sera en castellano, aunque ahora me estoy poniendo al dia en ingles en un curso para parados con una profesora nativa, la verdad es que me cuesta horrores leer en esta lengua.
Cuidate mucho y espero te deje dormir un poquito mas, a los tres meses se regulan los horarios de los bebes

Elena Casero dijo...

Hola querida tocaya.
Disfruta del momento. Te lo dice una madre con años de bagaje. El tiempo pasa muy rápido, demasiado.
Y cuando menos te das cuenta, estás en edad de merecer ser abuela.
hay siempre tiempo para todo. Y llega, te lo aseguro.

Un beso a Nuria. Disfruta con sus sonrisas y sus mimos.

Para ti un gran abrazo

Homo libris dijo...

Bueno, a mí sí que me gustan los niños, aunque no conozco aún esa sensación, jejeje. Eso sí, ¡aprovecha el tiempo ahora, que tengo entendido que luego lo ocupan todo y no te dejan leer! :D

Tengo pendiente, entre otros, El nombre del viento, a ver si puedo ponerme con él.

Saludos.

HLO dijo...

¿Verdad que no existen las hormonas maternales prestadas? O tienes tu propia oxitocina, tu propia prolactina...etcétera, o no funciona. Eso del instinto maternal, me refiero.

Anónimo dijo...

Hola,
Soy nueva en el blog.
En primer lugar quería felicitarte por tu reciente maternidad.
Estos 3 meses que no ha estado activo he podido ponerme al día de todas tus antiguas entradas y me han gustado mucho tus reseñas.
Seguiré visitándote asiduamente.

Joselu dijo...

Recuerdo con nostalgia esos primeros meses en los que se está en una nube. Sobre todo con el primero, luego es distinto, no peor, pero sí diferente. Esa posibilidad de sentir como propio, como único a ese ser que es nuestro es de las sensaciones más maravillosas del mundo. Y yo tampoco era chiquero ni lo soy ahora. Veo los bebés y no me conmueven, los veo majos, pero no siento lo que sentí al tener en mis brazos a mis hijas.

Cuando nació mi segunda hija, compré por azar un libro sobre el genocidio de Ruanda en 1994. Fue un descubrimiento el que se inició, el de un continente olvidado y fragmentos de vida que me llevaron a profundizar en la literatura africana que te recomiendo. Hay libros que son clásicos. El primero, para empezar, es Todo se desmorona de Chinua Achebe. Soberbio, no se vuelve a pensar lo africano del mismo modo. Ahora estoy intentando hincarle el diente al primer tomo de En busca del tiempo perdido. Lo leí hace años, más de veinte, y no lo recuerdo nada, salvo el clásico fragmento de la magdalena y la tila. Pero es demasiado lento. Mi ritmo narrativo se ha contagiado de la época en que vivimos y de la presencia de internet en mi vida. Puedo entender a mis alumnos en ese rechazo a la vida encorsetada en la palabra impresa cuando hay un mundo de imágnenes que cautivan. La literatura del pasado tiene no demasiado futuro.

Disculpa que te haya soltado este discurso, pero es igual, lo importante es comunicarme contigo. Ya es meritorio que te atrevas con un libro de más de mil páginas en tus circunstancias. Toma muchos zumos. Yo compré una licuadora y un libro que mostraba mil y un zumos sorprendentes. Le hacía a mi mujer todos los días tres o cuatro vasos largos, de esos de whisky e iniciaba combinaciones insólitas y deliciosas. Dile a tu compañero o lo que sea que te haga. No lo olvidarás nunca.

Un abrazo y gracias por la conversación. Te seguimos.

Anónimo dijo...

HOLA:

Este blog lo encontré por casualidad hace unos meses, desde entonces he sido asidua lectora (anque nunca había puesto un comentario). Comparto tu gusto por la lectura y quiero decirte que muchas de tus recomendaciones las he disfrutado (aunque no todos los libros que comentas los puedo conseguir en mi país: México). Felicidades por la princesita y enhorabuena por tu regreso al mundo cibernético, la verdad ya esperaba tus reseñas.

Saludos desde el otro lado del Atlántico.

Alejandra

Negrevernis dijo...

Yo aprendí a leer con mi hija en brazos mientras luchaba ella por no dormirse y yo por que se durmiera... Eran libros cortos, rápidos, de temas que conocía bien, muchos ellos de mitología.

Felices noches. Felices lecturas.

Mateo Bellido dijo...

Es un placer volver a verte por aquí. La maternidad es una experiencia que envidio, pero que admiré y compartí igualmente.
Bueno, yo ahora cuido de los abuelos, son como niños y se dejan bañar, dar de comer...En fin otra experiencia enriquecedora.
Un abrazo

Palimp dijo...

Felicidades de nuevo por la pequeña. Verás que poco a poco se va haciendo todo más fácil.

Raúl dijo...

Qué ilusión volverte a ver por aquí. Señal de que todo va bien. Muchos abrazos, Elena.

Pamela dijo...

Cada tanto me dejaba caer por aquì a ver si había noticias tuyas y no las encontraba, como es lógico.

Me alegra mucho que estés disfrutando de tu estrenada maternidad y que a pesar del tiempo que lleva y del poco descanso, aun sigas con la lectura.

Seguiré visitándote. Me gusta mucho tu blog y tus reseñas me parecen estupendas.

Besos para tí y la princesita.

Anónimo dijo...

Espero con interés tu comentario de En manos del diablo....además creo que hay una continuación. El número de páginas me intimida un poco pero respecto mucho tu opinión.

Unknown dijo...

Hola Elena, hace tiempo que sigo tu blog pero nunca me había animado a escribirte.
En primer lugar enhorabuena por tu reciente maternidad, disfrutala y no te agobies porque pase rápido, cada étapa tiene su encanto y te aseguro que la siguente te gustara mas que la anterior!!
Y en segundo lugar felicitarte también por tu blog, he leido muchas de tus recomendaciones y me siento muy identificada con tus gustos literarios.
Caualmente me han regalado El Nombre del Viento, lo empece ayer. Ya te contare.

chrieseli dijo...

Muy bienvenida de vuelta.
Un saludo

Jesús dijo...

Me alegra volverte a ver por la blogosfera. Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola, Elena,hace unos meses encontré por casualidad el blog y, desde entonces, sigo tus reseñas. Mi enhorabuena por el blog y, sobre todo, por la princesita Nuria (me gusta mucho su nombre, además, es guapísima).
Te seguiré leyendo.
Un abrazo y muchos mimos para la peque.
Begoña.

LUIS ROSER RODRIGUEZ dijo...

Hola Mama Elena

FElicidades, me alegro de esteis la dos bien, sigue leyendo y no dejes el blog, que blogs como el tuyo nos hacen muvha falta.

Yo entre Psicologia que estudio en la uned y un proyecto empresarial que he montado he tenido que dejar el blog por un tiempo.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Elena:
¡pues muchas felicidades por esos tres primeros meses de Nuria! ¡disfruta mucho! porque aunque te lo dicen mucho, cuando uno está atendiendo un bebé, lo ve lejano: pero el tiempo pasa muy deprisa.
Escribes: "ese amor incondicional que resistiría las pruebas más encarnizadas si fuese necesario" ¡ya verás cuando llegue la adolescencia! jajaja...un tiempo de pruebas encarnizadas...
¡Gracias por no abandonar el blog! ¡aquí seguiré leyéndote! ¡y me alegro que seas feliz!
un beso,
Ale.

Scout Finch dijo...

ya echabamos de menos tus reseñas, jeje, me alegro que hayas disfrutado estos meses con tu niña y que lo sigas haciendo!! yo soy más jovencilla que tú y la verdad es que tampoco me matan los críos, ni me hace especial ilusión, pero supongo que dentro de unos años, cuando toque (y si toca), si tengo un niño todo será diferente. Los tuyos son tuyos, y basta. A seguir leyendo!!

un saludo!!

novela dijo...

Gracias por este artículo tan interesante. Tengo que leerme este libro sin falta. Pásate por esta web y échale un vistazo a estos Libros

Un abrazo

Anónimo dijo...

El nombre del viento me ha encantado pese a que, como tú, no soy un fan de este tipo de literatura. No te pierdas Jonathan Strange y el Sr. Norrell, otro sorpresón mayúsculo.

Gemma dijo...

Aunque no me gustan mucho las historias de ficción me las apunto. Muy bueno tu blog, yo también estoy a punto de ser mamá. Un saludo