Delicioso suicidio en grupo es el primer libro que cae en mis manos de este escritor finlandés. Después de leerlo, debo admitir que me ha divertido y asombrado, tanto por la temática que trata como por la forma de abordarla. Y me resulta extraño que un autor que retrata de esta manera a sus conciudadanos tenga un éxito tan arrollador en su país. Debe ser que los finlandeses tienen un gran sentido del humor. No todo el mundo es capaz de reírse de sus propios defectos. Y más cuando son tan graves como una afición desmesurada al suicidio.
Y es que, como bien indica su título, ese es el tema principal de la novela. Paasilinna parte de la premisa de que en su país el suicidio es una práctica más frecuente de lo habitual, y a partir de ella teje una historia en la que el humor negro y la sátira son los auténticos protagonistas. En el fondo, el libro constituye un canto a la vida y a los pequeños placeres que casi todos podemos disfrutar. Esos placeres son los que conforman la esencia de la felicidad. Tal es el mensaje que el autor parece querer transmitir a sus compatriotas a lo largo de las páginas de esta novela.
La historia comienza cuando Rellonen, un empresario arruinado y con un matrimonio infeliz a cuestas, decide poner fin a su vida. No obstante, en el instante en que se dispone a realizar su propósito en un lugar cuidadosamente elegido para ello, conoce al también suicida en potencia coronel Kemppainen, a quien salva de una muerte segura. Esa coincidencia marcará el inicio de una extraña amistad entre ambos protagonistas, lo que les hará olvidar sus penas durante un tiempo. Fruto de esta relación será la puesta en marcha de un plan muy original: reunir a un grupo más amplio de personas que deseen participar en un suicidio colectivo.
De esta manera, Rellonen y Kemppainen irán aglutinando a su alrededor a un grupo de personajes que tienen como objetivo común poner fin a sus vidas. El grupo acabará recorriendo media Europa en busca de un escenario perfecto donde llevar a cabo su propósito. En ese camino sus vidas empezarán a cambiar, y encontrarán respuestas a muchas preguntas. Hasta el punto de que llegará un momento en que dudarán del objetivo que les hizo emprender dicha aventura.
Paasilinna destila un humor corrosivo y ácido. Sus personajes no tienen nada que perder –no en vano aspiran al suicidio-, por lo que sus comportamientos y comentarios no tienen desperdicio. Desde el “seminario de suicidiología” convocado por Rellonen y Kempainnen, hasta las incursiones del tétrico grupo en los fiordos noruegos o las montañas suizas buscando esa forma romántica de morir, el libro está lleno de momentos cómicos donde la sátira y la burla subyacen en cada esquina. El alcoholismo, otro de los vicios al parecer más extendidos entre los finlandeses, también es caricaturizado en esta novela.
Puede que no estemos ante una obra maestra de la literatura, pero no puedo dejar de recomendar este libro. Porque darle la vuelta a un tema tan escabroso como es el suicidio y convertirlo en algo cómico es tarea harto difícil, y Paasilinna lo consigue con soltura. Con su libro, el autor ha pretendido dar una lección de vida y una inyección de moral. La felicidad está al alcance de nuestras manos Para Paasilinna, el contacto con otras personas parece ser la clave esencial. El no sentirse solo, el tener amigos en los que apoyarse, es uno de los mejores antídotos contra la depresión. Y no importa que nuestros amigos estén desesperados y tengan motivos para suicidarse: un buen viaje, paisajes maravillosos y comida y conversación agradables pueden curar hasta el alma más herida. Una deliciosa receta para sonreir.
Otras reseñas de obras de Arto Paasilinna:
- El molinero aullador
Y es que, como bien indica su título, ese es el tema principal de la novela. Paasilinna parte de la premisa de que en su país el suicidio es una práctica más frecuente de lo habitual, y a partir de ella teje una historia en la que el humor negro y la sátira son los auténticos protagonistas. En el fondo, el libro constituye un canto a la vida y a los pequeños placeres que casi todos podemos disfrutar. Esos placeres son los que conforman la esencia de la felicidad. Tal es el mensaje que el autor parece querer transmitir a sus compatriotas a lo largo de las páginas de esta novela.
La historia comienza cuando Rellonen, un empresario arruinado y con un matrimonio infeliz a cuestas, decide poner fin a su vida. No obstante, en el instante en que se dispone a realizar su propósito en un lugar cuidadosamente elegido para ello, conoce al también suicida en potencia coronel Kemppainen, a quien salva de una muerte segura. Esa coincidencia marcará el inicio de una extraña amistad entre ambos protagonistas, lo que les hará olvidar sus penas durante un tiempo. Fruto de esta relación será la puesta en marcha de un plan muy original: reunir a un grupo más amplio de personas que deseen participar en un suicidio colectivo.
De esta manera, Rellonen y Kemppainen irán aglutinando a su alrededor a un grupo de personajes que tienen como objetivo común poner fin a sus vidas. El grupo acabará recorriendo media Europa en busca de un escenario perfecto donde llevar a cabo su propósito. En ese camino sus vidas empezarán a cambiar, y encontrarán respuestas a muchas preguntas. Hasta el punto de que llegará un momento en que dudarán del objetivo que les hizo emprender dicha aventura.
Paasilinna destila un humor corrosivo y ácido. Sus personajes no tienen nada que perder –no en vano aspiran al suicidio-, por lo que sus comportamientos y comentarios no tienen desperdicio. Desde el “seminario de suicidiología” convocado por Rellonen y Kempainnen, hasta las incursiones del tétrico grupo en los fiordos noruegos o las montañas suizas buscando esa forma romántica de morir, el libro está lleno de momentos cómicos donde la sátira y la burla subyacen en cada esquina. El alcoholismo, otro de los vicios al parecer más extendidos entre los finlandeses, también es caricaturizado en esta novela.
Puede que no estemos ante una obra maestra de la literatura, pero no puedo dejar de recomendar este libro. Porque darle la vuelta a un tema tan escabroso como es el suicidio y convertirlo en algo cómico es tarea harto difícil, y Paasilinna lo consigue con soltura. Con su libro, el autor ha pretendido dar una lección de vida y una inyección de moral. La felicidad está al alcance de nuestras manos Para Paasilinna, el contacto con otras personas parece ser la clave esencial. El no sentirse solo, el tener amigos en los que apoyarse, es uno de los mejores antídotos contra la depresión. Y no importa que nuestros amigos estén desesperados y tengan motivos para suicidarse: un buen viaje, paisajes maravillosos y comida y conversación agradables pueden curar hasta el alma más herida. Una deliciosa receta para sonreir.
Otras reseñas de obras de Arto Paasilinna:
- El molinero aullador
16 comentarios:
El argumento de este libro me ha sugerido inmediatamente la obra cinematográfica de otro finlandés, Aki Kaurismaki, que imagino que conoces. Tiene una película sensacional que se titula Yo contraté a un asesino a sueldo. El protagonista vive una vida tan triste que decide suicidarse, pero hasta esto le sale mal. Contrata, por fin, a un asesino a sueldo, un profesional que intenta disuadirle de su propósito, pero que una vez aceptado lo llevará a cabo hasta las últimas consecuencias. Así es, pero en la última noche, el protagonista, el suicida, se enamora y quiere vivir, pero como ha puesto en marcha el mecanismo fatal, no puede dar marcha atrás. Esta es la película, trágica y divertida, comoo el humor finlandés por lo que puedo colegir a tenor de tu crítica y las películas de Aki y su hermando Mika Kaurismaki. Dos cracks, seguro. La única objeción a tu crítica es que casi sé como va a acabar la novela. La has presentado tan detalladamente que parece que está ya encaminada. Un cordial saludo.
El autor afirma que desde la publicación de su novela la tasa de suicidios en finlandia -que es inusualmente alta- ha descendido.
Me lo apunto.
Hola Elena! Si supieras las veces que, en la librería, tuve este libro en mis manos y me decidí a comprar otro por miedo a que fuera inútilmente rebuscado! Pues ahora lo adquiriré con seguridad...y después te contaré. Te soy sincera: no leí todo tu post porque no quiero saber nada de nada sobre la obra. Siempre prefiero entrar a ciegas y sorprenderme.
Otra cosa, Elena: quiero contarte que tu comentario en mi último post sobre cine ha sido una especie de redención ante la frustración que me habían producido los demás mensajes que celebraban y apoyaban "las maravillas del cine actual". Mi intención, como bien lo descrubrieron tus buenos ojos lectores, era hablar sutilmente del vacío que nos deja hollywood con sus vaporosos efectos especiales. Pero se ve que nadie comprendió mi sutileza! En un primer momento, me culpé por haber sido incapaz de transmitir el mensaje (y hasta agregué al texto un par de adjetivos y frases descalificadores, que tampoco cumplieron el cometido). Ahora compruebo que una foto y un título son todo lo que necesita un lector para creerse en tema (y quién sabe si más de una vez no le he hecho yo también).
Gracias y felicitaciones por tu gran perspicacia! Me alegro de haberte encontrado.
Un beso
qué casualidad! acabo de encargar esta novela a círculo de lectores!!!! así que no voy a leer tu reseña hasta que la lea, vale? bicos.
Joselu, no he visto la película en cuestión pero me han hablado de ella. La he puesto a descargar y ya te contaré. Tienes razón en que quizás he dado demasiados detalles sobre el libro, pero te imaginas el final prácticamente desde la cuarta página. Y eso no disminuye un ápice el interés que presenta su lectura.
Palimp, no me extrañaría que lo que dice el autor fuese cierto, aunque creo que hace falta algo más que un buen libro para disuadir a alguien de quitarse la vida. Me gustaría creer que ha podido servir a alguien a ser un poco más feliz.
Laura, espero que te guste el libro. Yo también me extrañé al leer los comentarios en tu post, porque me pareció evidente desde el principio el sentido de tus palabras. De hecho me encantó tu forma de expresarlo. Original y sorprendente.
Mujer justa, aquí tienes la reseña para cuando termines la novela. Te vas a divertir, te lo aseguro.
Un abrazo y todos y como siempre gracias por dejaros caer por aquí.
A veces el humor es la mejor herramienta para abordar un tema difícil, tienes toda la razón. Y que alguien sepa administrar ese humor y no caer en la chabacanería, como parece que le pasa a la película española reciente que tiene un tema similar, es algo destacable. Un buen libro has elegido de nuevo. Saludos.
Como siempre que leo tus reseñas me dan ganas de salir corriendo a la librería a comprarlo. No te imaginas la lista que tengo de libros pendientes. Y sigue creciendo.
Gracias por tus recomendaciones.
Besos.
P.D. ¿Tu brazo ya está bien del todo?
¡Hola! Hace tiempo que te leo, y ahora que he tenido la oportunidad, no he dudado en otorgarte (aunque ya sé que eres veterana en esto) el Thinking Blogger Award...
Un abrazo, y ¡enhorabuena!
No sabia nada de este autor, pero tu comentario además de bien redactado, desde luego invita a leerlo, lo acabo de apuntar en unas listas que me hago y luego voy comprando....y la verdad me funciona, de verdad lo hago casi desde que era crio y cuando voy a la libreria abuscar los libros que he ido apuntando, mirando bien la editorial, la traducción, la fecha soy uno de los hombres más felices del mundo.................
Cuidate mucho y gracias por tus bonitas recomendaciones.....yo ya sabes me sigo declinando por los clásicos, ahora le quiero meter el diente a Sartre....
Elena
Cuando pase por alguna libreria le mirare, pero la palabra suicidio me da escalofrio(aunque se trate en broma)
Te seguire leyendo y mirando hacia atras, seguro que encuentro muy buenos libros.
¡¡Yo estoy necesitando uno que me enganche de una vez por todas!!
( Creo haber visto esa portada en La casa del Libro)
Es el tercer libro de este autor que se publica en España, si no me equivoco, y el tema me atrae mucho. Tu comentario me decide a comprarlo.
Buena reseña.
Un abrazo.
También tuve el lilbro en las manos este verano. No lo cogí porque ya llevaba más de diez en la bolsa. Pero lo anoto. A la próxima va la vencida.
Un beso
Hola Elena.No conozco al autor,pero lo voy a incluir en la montaña que tengo de libros todavía por leer.
Besos.
Estos nuevos autores y tema tan interesante me parece aire fresco en nuestra literatura llena de telarañas. Estupenda propuesta, a la que me apunto. Es como "La pesca de salmón en Yemen", son historias nuevas para una literatura del siglo XXI, sin olvidar los clásicos, es importante adentrarse en estas nuevas aguas.
Bien, leída la novela, y antes de hacer mi reseña en el blog, quería venir a dejarte mi comentario. me lo he pasado en grande leyendo delicioso suicidio en grupo. me ha parecido deliciosa. y qué modo de reírse de sí mismo, de sus compatriotas, de sus costumbres, sin ningún complejo...
Descubrí este autor hace unos años con "El molinero aullador" y he seguido leyendo sus novelas. Todas las historias son muy originales y con una gran dósis de humor. Trata todos los temas casi desde el absurdo pero siempre te hace pensar sobre la soledad de las personas, las particularidades de cada uno, otros puntos de vista ....
En resumen un autor que me gusta, ofrece una lectura fresca y muy agradable de leer.
Saludos
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