Entre los cientos de lugares que aún me quedan por descubrir (muchos de ellos en España) se encontraba hasta hace unos días la maravillosa ciudad de Burgos. Hemos pasado allí los primeros días de enero, aprovechando también para hacer una rápida visita a Madrid, repleta siempre en estas fechas, donde pude disfrutar de la exposición sobre Rembrandt organizada por el Museo del Prado. Siguiendo la recomendación de Carmen Álvarez en su blog, me acerqué además a la Fundación Mapfre para admirar una menos conocida pero igualmente interesante muestra sobre Degas, maravilloso pintor y escultor de bailarinas, y otra exposición sobre los pintores españoles del siglo XIX situada en el mismo edificio, con un repertorio impresionante de obras entre las cuales destacan las luces mediterráneas y los niños de Sorolla.
Al llegar a Burgos, nos sorprendió gratamente la amabilidad de todas las personas que nos íbamos encontrando. Es una ciudad acogedora, una pequeña joya para pasearla y perderse por sus calles, presidida por una majestuosa catedral que se ve casi desde cualquier punto de la ciudad. El edificio ha sido restaurado hace poco, y es una de las catedrales góticas más hermosas que puedan contemplarse. En ella trabajaron maestros de la talla de Gil y Diego de Siloé, junto a la familia Colonia. El interior es soberbio, destacando sus bóvedas caladas, y especialmente la famosa Capilla del Condestable, llena de brocados y filigranas en piedra que dejan al visitante maravillado ante tal delicadeza a la hora de esculpir este material.
Recorrer el centro a pie, pararse a tomar tapas en los muchos bares que jalonan las calles de la ciudad y dar un paseo (si no hace demasiado frío, como afortunadamente nos ocurrió a nosotros) por la ribera del río Arlanzón, son toda una experiencia que nadie que se acerque a Burgos debe perderse. La cultura de tapeo es de una calidad altísima y muy variada. Delicias como el crujiente de morcilla, los mejillones tigre, o el langostino hilado, entre muchas otras, son sólo algunos ejemplos de la cantidad de tapas que el visitante puede disfrutar. El riesgo es querer probarlas todos cuando uno entra a un bar y las ve dispuestas en la barra de forma tan llamativa. Si a eso le sumamos unos camareros más que serviciales, comprenderéis por qué comer en Burgos puede ser todo un placer para nuestros sentidos. A nosotros nos vino muy bien tener en nuestras manos la guía Tapeando por Burgos, que nos facilitaron en el hotel y que podéis conseguir directamente pinchando aquí.
Y por supuesto es imprescindible una visita al Monasterio de las Huelgas y a la Cartuja de Miraflores. Esta última es una joya del gótico flamígero en la que trabajó el ya mencionado Gil de Siloé. El retablo y los sepulcros de Juan II e Isabel de Portugal (padres de la reina Isabel la Católica) y del infante Alfonso atraparán vuestra atención por su delicadeza y su maestría. Es increíble la ductilidad que parece adquirir la piedra en manos de un gran escultor como lo fue Siloé.
Y por supuesto es imprescindible una visita al Monasterio de las Huelgas y a la Cartuja de Miraflores. Esta última es una joya del gótico flamígero en la que trabajó el ya mencionado Gil de Siloé. El retablo y los sepulcros de Juan II e Isabel de Portugal (padres de la reina Isabel la Católica) y del infante Alfonso atraparán vuestra atención por su delicadeza y su maestría. Es increíble la ductilidad que parece adquirir la piedra en manos de un gran escultor como lo fue Siloé.
15 comentarios:
Conocí Burgos en el año 93 cuando llegué como peregrino. Pasé allí dos días y visité la catedral y el monasterio de las Huelgas. No tuve ocasión de tapear, me faltó compañía para hacerlo. Sin embargo, en mi primera impresión, sin sentar cátedra, me atrajo mucho más la catedral de León, de líneas más puras y limpias,igual que el ambiente de la ciudad me resultó más cercano. Y allí sí que tapeé con un peregrino amigo. Quizás fuera la compañía lo que determinó mis mayores simpatías hacia León. De todas maneras, es asombroso la cantidad de tesoros artísticos que puede encontrar uno en Castilla. Y eso que los franceses expoliaron y destruyeron, como podrás haber visto, en Las Huelgas, todo lo que pudieron. Castilla es un museo a cielo casi abierto.
me alegro de que te gustase mi recomendación! y yo me apunto el viaje a burgos, que todavía no lo conozco!!!!saludos elena!
Eso de poner en el blog tus viajes y escapadas esta genial Elena, oxigena mucho el contenido.
Mira yo en Burgos he estado muchas veces por trabajo, de hecho tengo que volver este mes, LA MORCILLA, me vuelve loco la morcilla de burgos, y como tu dices se tapea muy bien y tiene un paseo muy agradable.
Yo también hice parada una noche haciendo el camino de Santiago y me lo pase muy bien esa noche entrando en todos los bares que pude.
Por cierto te he puesto en mi blog con una opción que sale unna pantallita con tu última entrada, tiene algo de royo voayeur, pero me encanta.
Un saludo Elena
Soy de tu opinión: Burgos es una ciudad extraordinariamente rica en patrimonio y no se cansa uno de admirarlo. A pesar del frío que hace en invierno. Saludos cordiales.
En el vernao del 2005 (a Burgos se ha de ir en verano, amiga mía) me pasé yo diez días disfrutando de lo mucho y bueno que tienen esas tierras de la castilla vieja. Una ciudad, y una provincia preciosas, si señor.
Pd.- Espero que no te pillaran las nieves.
Recuerdo haber estado allí con una excursión del colegio, de esto hace siglos así que apenas recuerdo nada.
Se me han puesto los dientes así de largos cuando he leído que fuiste a ver las exposiciones de Rembrandt y Degas. Eso ha sido lo mejor de todo.
P.D. Las fotos son preciosas.
Hola, Elena.
Me han entrado unas ganas inmensas de ir a Burgos. Cuando estuve en España nunca fui. :(
Las fotos preciosas.
Me alegra que la hayas pasado bien por allá.
Abrazos.
Que envidia eh! Suena fantástico!
Leerte por aquí es también otra manera de visitar y degustar aquellos preciosos lugares que alguna vez me gustaría conocer. Interesante blog.
Saludos...
Querida Elena,
Las calles de Burgos están hoy nevadas pero la temperatura está subiendo y hay deshielo. Gracias por todo lo bonito que dices de los burgaleses. Yo no lo soy, pero mis hijos sí. Bueno, yo llevo viviendo aquí más de 30 años así que... algo se me habrá pegado. Lástima de no haber avisado pues creo que también somos hospitalarios.
Un abrazo
Federico
Hermoso paseo me has dado. Lindura de fotos y letras turísticas que provocan no quedarse con el aprendizaje, sino de salir corriendo para conocerlo.
No conozco España y tengo tantas ganas de besarla. Espero que algún día.
Feliz por estar en tu casa. Mucho por aprender.
Abrazos agradecidos.
Graciela
Estupendas fotos. Hace muchos años que pasé por Burgos y me encantó la ciudad.
Me gusta tu blog, muy recomendado por una amiga.
Un saludo.
desde ya, soy una adepta y adicta a tu blog. entre esas fotos de tu viaje y los comentarios de libros....aquí estoy. saludos.
Me encanta tu blog, Elena, una fuente inagotable de buenas lecturas. ¿De dónde sacas tanto tiempo para leer y escribir? Yo también soy profesor y... será cuestión de organizarse. Por cierto, me encanta todo lo que dices de Burgos.
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