Vuelvo por segunda vez a este autor finlandés, del que ya había leído aquella simpática novela titulada Delicioso suicidio en grupo, comentada en este mismo blog. En este caso Paasilinna hace un alegato contra la intolerancia y el fanatismo, a través de una fábula con mucha acción y personajes únicos, donde el humor, como ya ocurría en la obra antes mencionada, no podía faltar.
Lo primero que llama la atención de este libro es su ingenioso título. En efecto, el protagonista, Gunnar Huttunen, es un ser extraño a ojos de los vecinos del pueblo donde acaba de instalarse, no sólo por su apariencia física (mide casi un metro noventa, tiene el pelo tieso como púas y unos rasgos faciales muy acusados), sino por su decisión de arreglar y poner en funcionamiento un viejo molino en ruinas que los habitantes del pueblo casi habían olvidado. Sin embargo, el hábito más extravagante de Huttunen estaba aún por descubrir, aunque sus vecinos pronto empezarán a sufrirlo durante las noches, cuando un aullido desgarrador los despierte de forma súbita impidiéndoles conciliar el sueño de nuevo. Y es que el molinero tenía como costumbre desahogarse aullando, cosa que no va a gustar mucho a nadie y que acabará provocando su ingreso en un manicomio y un sinfín de desventuras más.
Este es el esqueleto sobre el que gira la historia inventada por Paasilinna. Creemos encontrarnos ante un ser extraño e inquietante, pero pronto nos damos cuenta de que el corazón del molinero está lleno de bondad, a diferencia de sus "normales" vecinos que al final resultan estar más trastornados y ser más maquiavélicos que el ruidoso molinero. Hasta el punto de que se obsesionarán con encerrarlo y perjudicarlo lo máximo posible. Huttunen sólo encontrará apoyo en un círculo muy reducido de personas, entre las cuales destaca la dulce Sanelma Kayramo, que verá en él a un hombre afable y atento, por lo que no tardará mucho en caer rendidamente enamorada a sus pies. No ayuda a nuestro protagonista el poseer un temperamento algo impulsivo con cierta tendencia a la destrucción, exacerbado por el comportamiento egoísta e intolerante de algunos de sus vecinos. El lector no puede evitar sentir simpatía ante un personaje así, acosado por todos, y que lo único que pretende en todo momento es vivir en paz junto a su adorada Sanelma, sin entender la obsesión de estos oscuros villanos por hacerle la vida imposible. Sin duda, son ellos quienes deberían estar encerrados en un psiquiátrico.
A pesar de que el estilo es bastante parecido al de Delicioso suicidio en grupo (con menores toques de humor negro quizás), creo que me gustó más aquélla. Supongo que el planteamiento de esta obra es menos original que la anterior, que resultaba sorprendente desde la primera hasta la última página. Sin embargo, eso no es óbice para pasar un buen rato y disfrutar con las desventuras del aullador Huttunen, que debe ingeniárselas una y otra vez para sobrevivir en un entorno que le es completamente hostil, por el mero hecho de ser muy diferente a los demás. Una triste realidad que se ha repetido -y lo seguirá haciendo- en numerosas ocasiones a lo largo de la historia.
Otras reseñas de obras de Arto Paasilinna:
- Delicioso suicidio en grupo
Lo primero que llama la atención de este libro es su ingenioso título. En efecto, el protagonista, Gunnar Huttunen, es un ser extraño a ojos de los vecinos del pueblo donde acaba de instalarse, no sólo por su apariencia física (mide casi un metro noventa, tiene el pelo tieso como púas y unos rasgos faciales muy acusados), sino por su decisión de arreglar y poner en funcionamiento un viejo molino en ruinas que los habitantes del pueblo casi habían olvidado. Sin embargo, el hábito más extravagante de Huttunen estaba aún por descubrir, aunque sus vecinos pronto empezarán a sufrirlo durante las noches, cuando un aullido desgarrador los despierte de forma súbita impidiéndoles conciliar el sueño de nuevo. Y es que el molinero tenía como costumbre desahogarse aullando, cosa que no va a gustar mucho a nadie y que acabará provocando su ingreso en un manicomio y un sinfín de desventuras más.
Este es el esqueleto sobre el que gira la historia inventada por Paasilinna. Creemos encontrarnos ante un ser extraño e inquietante, pero pronto nos damos cuenta de que el corazón del molinero está lleno de bondad, a diferencia de sus "normales" vecinos que al final resultan estar más trastornados y ser más maquiavélicos que el ruidoso molinero. Hasta el punto de que se obsesionarán con encerrarlo y perjudicarlo lo máximo posible. Huttunen sólo encontrará apoyo en un círculo muy reducido de personas, entre las cuales destaca la dulce Sanelma Kayramo, que verá en él a un hombre afable y atento, por lo que no tardará mucho en caer rendidamente enamorada a sus pies. No ayuda a nuestro protagonista el poseer un temperamento algo impulsivo con cierta tendencia a la destrucción, exacerbado por el comportamiento egoísta e intolerante de algunos de sus vecinos. El lector no puede evitar sentir simpatía ante un personaje así, acosado por todos, y que lo único que pretende en todo momento es vivir en paz junto a su adorada Sanelma, sin entender la obsesión de estos oscuros villanos por hacerle la vida imposible. Sin duda, son ellos quienes deberían estar encerrados en un psiquiátrico.
A pesar de que el estilo es bastante parecido al de Delicioso suicidio en grupo (con menores toques de humor negro quizás), creo que me gustó más aquélla. Supongo que el planteamiento de esta obra es menos original que la anterior, que resultaba sorprendente desde la primera hasta la última página. Sin embargo, eso no es óbice para pasar un buen rato y disfrutar con las desventuras del aullador Huttunen, que debe ingeniárselas una y otra vez para sobrevivir en un entorno que le es completamente hostil, por el mero hecho de ser muy diferente a los demás. Una triste realidad que se ha repetido -y lo seguirá haciendo- en numerosas ocasiones a lo largo de la historia.
Otras reseñas de obras de Arto Paasilinna:
- Delicioso suicidio en grupo
17 comentarios:
No he leído nada de este autor pero por tu comentario parece muy recomendable. Gracias por la sugerencia y felicidades por el post.
Estoy en unas semanas de apatía lectora. Creo que el trabajo me abruma demasiado y cuando llega la hora de leer, no logro concentrarme. Ya pasará. A veces, como Huttunen, a mí también me daría por aullar en el balcón por las noches. No lo veo una costumbre molesta ni preocupante, pero los que somos aficionados a aullar nos tenemos que reprimir para que no nos pase lo que al protagonista. Una pena.
Yo también he leído dos libros de este autor, por cierto diferentes de los que tu has reseñado pero coincido plenamente contigo. Es un autor con el que es fácil encariñarse.
Lo leeré, me gusto mucho "Delicioso suicidio...", así que este no me lo pierdo.
Besos.
Me ha caido bien el chico, y a mi las novelas en las que el prota me conquista son las que más me gustan! Así que apuntada!
No conozca nada de este autor, ni tan siquiera sabía de su existencia, pero el argumento de este libro me ha recordado a la película Dogville, de Lars von Trier.
Indagaré en la obra de este autor.
Besos.
El eterno acoso a todo lo que nos resulte diferente. Parece que por lo que cuentas, es ésto lo que subyace en la historia de este libro.
No, yo tampoco conozco nada de este autor, con lo que me obligas a saber más de él.
Hola Elena. Después de tu recomendación yo también leí 'Delicioso suicidio en grupo' y este otoño proseguí con 'La dulce envenenadora'. La verdad es que este hombre tiene una galería de perdedores con los que es difícil no encariñarse. Y es genial como critica y trata temas duros y preocupantes con un sentido del humor finísimo.
un saludo
No conocía al autor. Espero encontrar sus libros. Me provocaste interés en leerlo. Me llamó la atención el personaje central y de los juicios de la gente sin conocer a fondo.
Gracias por la presentación.
Abrazos.
Graciela.
Jamás había oído hablar de este escritor. Desplegaré las antenas.
Un abrazo
Gracias por tu comentario en mi blog. Acabo de leer tus dos referencias a un autor que no conocía, de extraño nombre, Paasilinna, y me han gustado, especialmente la de "Delicioso suicidio en grupo". Estos nórdicos, debajo de esa fría apariencia que todos aceptamos como tópica, acaban escondiendo las mismas pasiones que todos nosotros. Y lo curioso es que cada vez se ríen más de ellos mismos, y se abren más al mundo. Casi lo contrario que nosotros.
Habrá que seguir leyéndolos.
Un saludo.
hola Helen, te mereces un monumento, de verdad que caña, como tienes siempre el blog, de veras, tienen mucha calidad tus comentarios. Me lei Delicioso suicidio en grupo y me lo pase muy bien, tamién yo me encariñe con los personajes.
Un saludo y cuidate.
Por cierto modifique el blog y te tengo enlazada con foto y luces de colores.
Estas Navidades estando en una librería, vi La dulce envenenadora y mis manos se fueron directas a él.
recordé haber leído lo del Suicidio en grupo en tu blog.
Es un curioso libro, digno de tan curioso título.
Hola.
Me descubres a un autor del que ni siquiera había oído hablar.
Debe ser interesante este autor, y ,más que esta obra que comentas, empezaré por la de "Delicioso..." que creo nos recomiendas sin lugar a dudas.
Besos preprimaverales.
Hola, me gustó tu reseña, he leído varias y son muy prácticas e invitan a leer. te felicito por el blog, lamento no haberlo encontrado antes, te leeré más seguido.
Conocí este autor con tu comentario de Dulce suicidio..., aun no lo lí, pero es uno más en mi extensa lista de "por leer". El que si ya me conseguí y está esperando su turno (que es el próximo) es Los hombres que no amaban a las mujeres...si, por recomendación tuya. Ya te contaré.
Saludos,
Sole
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