Me estoy aficionando a la literatura japonesa. Me gusta la forma de escribir de estos autores, pausada, sin prisas, con esa cadencia rítmica que los distingue frente a otros escritores. Es como si no les importara tardar más o menos tiempo en terminar el libro, o al menos esa es la impresión que nos queda al leerlos. Como si lo importante fuese el acto de escribir en sí, el ejercicio de la creación literaria, y esa serenidad impregna al lector hasta relajarle. Me ocurrió con Murakami, volví a sentirlo con Mishima, y me ha acontecido de nuevo con esta autora admiradora de las flores del banano. Leer estas novelas es a la vez un ejercicio de contemplación y de introspección a lo más profundo de uno mismo.
El tema que subyace en este libro es la muerte, referida a alguien cercano, alguien a quien queremos, que nos deja con esa inconsolable sensación de pérdida tan difícil de superar. El volumen está compuesto a su vez por tres relatos. En Sueño profundo, Terako cae en un estado de semi-somnolencia creciente tras la muerte de su mejor amiga, con la que la unía una relación más que especial. En La noche y los viajeros de la noche, Shibami recuerda a su hermano muerto, y nos hace partícipes de la obsesión de su prima Marie por el fallecido, alguien que se ha convertido en un fantasma, un recuerdo perenne en las mentes de quienes le quisieron, pero que ha dejado además su huella en un hijo desconocido por ambas mujeres. Finalmente, en Una experiencia, la autora introduce ese ambiente onírico que caracteriza en gran parte a esta literatura. Fumi-chan, una adolescente con inclinación al alcoholismo, escucha cada noche antes de dormirse una dulce melodía que la llena de felicidad, pero que sólo parece existir dentro de su cabeza. Para descifrar el origen de esta música extraña, Fumi-chan tendrá que indagar en su pasado, recordando la extraña rivalidad que mantuvo con otra mujer que estaba enamorada del mismo hombre que ella.
El estilo de Yoshimoto es sencillo en extremo. Nada de adjetivos innecesarios, pocas descripciones. En cambio, abundan los diálogos y la narración de los estados de ánimo interiores, en especial los relacionados con la melancolía. Aunque en su país de origen se le ha comparado con Murakami, no tienen mucho que ver, excepto en que ambos siguen esa línea de lirismo oriental tan presente en las letras japonesas actuales. Personalmente, creo que Murakami está muy por encima.
El tema de la muerte es tratado con una delicadeza exquisita. Los personajes de Yoshimoto se mueven entre la vigilia y el sueño, recordando personas que desaparecieron, palabras que volaron, momentos que quedaron muy atrás. Hasta que, de repente, un detalle o un acontecimiento determinado les despierta, sacándoles del letargo y devolviéndoles a la Vida, la de verdad, la que se disfruta y nos hace felices. Mientras que ese momento llega, están vivos, pero no viven. La pérdida les convierte en sonámbulos, y hace variar su percepción del tiempo. Este sigue pasando, pero su reloj se detiene o se ralentiza, nada importa excepto el propio dolor. El vacío lo devora todo, como un enorme agujero negro. Pero un día todo cambia, comienzan a respirar otra vez, a sentir el viento en la cara, a disfrutar de un sabor dulce, y el reloj vuelve a funcionar. Nos estamos recuperando.
Sueño profundo contiene, ante todo, un mensaje esperanzador. El dolor acaba mitigándose y nos deja vivir otra vez, el tiempo lo desdibuja. Podemos seguir adelante, continuar nuestras vidas más o menos donde las dejamos. Nuestro instinto de supervivencia se despierta, y nos levantamos de nuevo. Y ese es, sin duda, el mejor de los consuelos posibles cuando nos toca enfrentarnos a una situación así.
18 comentarios:
Me has llamado la atención; me apunto la escritora.
Es un libro muy hermoso. Muy...japonés. Para mí los japoneses tienen una sensibilidad especial que es muy difícil encontrar en otros. Si tienes ocasión, lee "El embarazo de mi hermana", de Yoko Ogawa. Distinto, pero no deja indiferente.
leí el libro hace varias semanas y me dejó huella. El estilo es lento. Parece que nada ocurre y cuando terminas los relatos tienes la impresión de salir de un túnel y encontrarte ante un nuevo paisaje donde el tiempo no cuenta.
Me gusta la literatura japonesa. Recientemente he leído Confesiones de una máscara de Mishima y La casa de las bellas durmientes y Lo bello y lo sublime de Yasunari Kawabata. Ambos se suicidaron. Kawabata había sido premio Nobel de Literatura, pero cuando le tocó afrontar la senectud, "se fue" como recientemente había hecho Mishima aunque por otros motivos. Sin duda, cuando transitamos por la literatura o el cine japonés nos encontramos otros códigos a los que nos podemos acercar hasta cierto punto. Es otra forma de ver el mundo influido por el sintoísmo, el zen, la historia de los samuráis... Leí dos novelas de una escritora, que ahora no está editada, llamada Hisako Matsubara. Se titulan Samurai y Los pájaros de crepúsculo. Es la tradición oriental vista por una japonesa viviendo en occidente. Bien por la literatura y el cine japoneses.
Hay pérdidas que no se asumen jamás, unas pocas, las de los seres más queridos. sólo hacemos como que no nos enteramos o como que hemos olvidado. Interesante libro, muy interesantes tus palabras tras visitarlo. Con tu delicadeza y tu acertada mirada de siempre. Un abrazo.
una vez más logras interesarme por un autor y un libro... lo buscaré...
cariños
Ese tiempo denso, lento, lento; un tiempo que realm,ente fuera para uno, porque si uno no lo viera no existíría. Un tiempo par ir paso a paso: justo el que necesito ahora mismo....
saludos!
Andrés:
Estoy leyendo a menudo este blog. Intervengo para saludar, primero, y después para decir que me gusta el blog y para coincidir en el gusto de la autora, al menos en este caso. Lo he leído y me gustó la atmósfera que lo envuelve. Mäs que el argumento, lo que no se dice directamente. Algo parecido, aunque salvando las distancias y el argumento, me pasó al leer Seda, de Alejandro Baricco. Me gustó más lo que no era tangible.
Que nos apasione la literatura oriental es muy significativo y digno de reflexionar Elena.Es interesante confrontar Oriente-Occidente para darnos cuenta de que todavía quedan restos de sabiduría cuando Occidente ya no sabe ni lo que és.Me llena de satisfacción tus reseñas a todas éstas novelas.
Si me lo permites,te recomiendo la lectura de "Aventuras y desventuras de un pícaro chino" del gran escritor chino Xu Xing,es una maravilla, y, "La montaña del Alma" del no menos genial Gao Xingjiam.
Besos.
Hola!
Desde mi hotel en Roma, leo tu blog y es que estoy enganchada!! Este me lo pasaras no? Besos Ernestina
He descubierto a Murakami y a Yoshimoto hace poco pero les he cogido mucho gusto a sus lecturas. De Yoshimoto sólo he leído Kitchen y me gustó muchísimo.
Besos.
Me has convencido. Las próximas compras van a ser japonesas. Ya no lo resisto más.
Es un placer leer cómo analizas las lecturas. Tengo este libro en mi columna de pendientes, que casi se va a caer.
Un abrazo.
Me encanta la forma japonesa de mirar el mundo. Es tan fina :)
¿Cómo se llamaba este premio Nóbel? ¿Kawatabe? Leí algo suyo una vez y fascinó tanta sutilidad.
Un saludo
Uy, creo que coincidimos bastante en gustos. Me encantó 'Sueño' y el libro de Didion está esperando turno en mi biblioteca :) Interesante blog!
Está autora aún no la leí, aunque si he de ser sincero, parece que el hecho de ser de un autor o autora japones, resulta casi un acierto, leí a muchos, unos me gustaron más otro un poco menos, pero ninguno me dejó indiferente y todos demostraron un dominio del lenguaje que por desgracia no suele ser algo que se de como general.
Yo ahora estoy con Natsume Soseki,"Botchan", y cuando lo termine, quizas me lea algo del coreano Yi Chongjun, "Canto del oeste coreano" del que me hablaron especialmente bien.
Hola disculpa primero que nada un gran saludo para ti, quería comentarte una preocupación que tengo, mi novia se a quedado dormida y ya lleva dos días así y no despierta ella esta hospitalizada sus síntomas son normales, ella solo llora y llora nada mas, me gustaría saber si sabes algo de estos casos, gracias ...
Me gusta mucho la literatura japonesa, y ahora buscando una imagen de este libro me encuentro tu entrada y todos esos comentarios tan enriquecedores.
A mi, de este autora me encantó Amrita. Fue lo primero que leí de ella. Te copio el enlace al post que le hice por si te interesa:
http://tartarugamxica.blogspot.com/2008/08/amrita-banana-yoshimoto.html
Un saludo
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