jueves, septiembre 21, 2006

Ojo por ojo

Leo en El País de hoy que existe una página web donde todo el mundo puede leer las últimas palabras de los condenados a muerte en el estado de Texas (www.tdcj.state.tx.us), donde desde 1982 ya son 376 los prisioneros que han sido ejecutados. El último de ellos, un varón negro de 43 años, fue ajusticiado el pasado mes de septiembre.En el citado artículo aparecen fragmentos de las últimas palabras que algunos de los presos condenados pudieron formular instantes antes de morir. Transcribo aquí uno de ellos que me ha parecido especialmente revelador:
NAPOLEON BEAZLEY
Ejecutado el 28 de mayo de 2002. Edad: 25 años. Edad cuando cometió el crimen: 17 años. Raza: blanca. Crimen: asesinato.
Últimas palabras:
"El acto que cometí y por el que estoy aquí no fue sólo atroz, sino algo sin sentido. Pero la persona que cometió ese acto no sigue aquí. Yo sí estoy. No voy a luchar físicamente ni poner ninguna resistencia. No voy a gritar, ni a blasfemar, ni a amenazar frívolamente. Sin embargo, entended que no estoy sólo disgustado, sino entristecido por todo lo que va a suceder esta noche aquí. No sólo entristecido, sino decepcionado porque un sistema que, se supone, está para proteger y defender lo que es justo, puede parecerse tanto a mí cuando cometí el mismo vergonzoso error. Si alguien intentara animar a alguien a cometer un asesinato yo gritaría un sonoro: '¡No!' Y les diría que les concedieran el bien que a mí no me han dado, que es una segunda oportunidad. Siento mucho estar aquí, y siento que todos ustedes estén aquí también. Siento que muriera John Luttig. Y siento que algo en mí produjera que todo esto empezara. Esta noche diremos al mundo que no hay segundas oportunidades a los ojos de la justicia. Esta noche diremos a nuestros hijos que en algunas circunstancias, en algunos casos, matar está bien. (...) Hay muchos hombres como yo en el pabellón de la muerte -buenos hombres- que cayeron en las mismas equivocadas emociones. Dad a esos hombres la oportunidad de hacer lo que está bien. Dadles la ocasión de corregir sus errores. El problema no es que falte gente dispuesta a ayudarles, sino que el sistema mismo les está diciendo que no importa. Nadie gana esta noche. Nadie sale victorioso.".
¿Qué más se puede decir? ¿Existe castigo más absurdo e inútil que este? ¿Y más inhumano?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Juro que nunca investigaría un crimen que terminara con el condenado enfrentándose a la pena de muerte. Solo hay que ver que tipo de países lo llevan a cabo: Irak, Cuba, Afganistán...Me falta otro que ahora no recuerdo, ¿cuál era, Dios mío?

Anónimo dijo...

La abolición de la pena de muerte es un tema aún pendiente en la política universal. Es algo por lo que hay que luchar, como yo también he expuesto en uno de los últimos artículos de mosaico. http://zuria.blogspot.com/2006/09/por-la-abolicin-universal.html Triste es ver que matar legalmente solo nos convierte en asesinos de Estado. Un abrazo

Anónimo dijo...

Te felicito, muy buen blog y los libros increíbles. cariños. ANDREA.

Anónimo dijo...

Estoy contra la pena de muerte, pero también soy consciente de que las palabras pueden engañar, pueden disfrazarse, pueden ser oportunistamente utilizadas. Creo que hay verdades tan profundas que ni el alma llega jamás a verlas.

Anónimo dijo...

Oi algun comentario de alguno de los condenados y bueno es extraño si lo hubiera hecho alguien que no fuera inocente(¿)De cualquier forma no se cual es el arreglo matar a alguien por haber matado a alguien.

Cuanto menos aunque el carnicero de turno duerma bien esa noche despues... Siempre estara a la misma altura que el otro asesino.

Maya dijo...

La transcripción está llena de rabia, de veneno, de vergüenza. Es terrible, es colérica... y ¿de qué otro modo podría ser, si estamos hablando de quitar una vida?
Maravilloso blog, ¡Saludos, muchos!